Zonas Arqueológicas

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Cobá

Muy antigua e importante ciudad maya entre lagos, impulsora de largos caminos o sacbe’ob, que la hicieron prevalecer sobre muchas otras hasta que Chichén Itzá la derrotó. Su Observatorio redondeado, su alta Pirámide Nohoch Mul y sus inscripciones deslumbraban entonces y deslumbran ahora.

Comalcalco

Esta ciudad portuaria fue el asentamiento más occidental de la cultura maya y estuvo ocupada por un lapso de poco más de 1000 años. Su arquitectura de tierra se distingue por estar cubierta con ladrillos y estuco de cal de concha de ostión.

Cuajilote

Ciudad totonaca cuyo origen se remonta a tres mil años, en un paraje todo humedad, con edificios que llegan a alcanzar una gran altura, amplias plazas y juegos de pelota, y señas del culto a Tezcatlipoca, el espejo negro humeante. Era gran exportadora de coloridas plumas de ave.

Cuarenta Casas

En este sitio arqueológico de Aridamérica, con ocho siglos de antigüedad, los primeros agricultores aprovecharon las cavernas para sus construcciones. Escalones, paredes de adobe, techos de palma tejida, figuras estilizadas de animales y viguerías de pino se integran al maravilloso paisaje.

Cueva de la Olla

Impresionante vestigio de una ocupación que, en la zona, se remonta a 5,500 años a.C., el más antiguo de Aridamérica y de todo México. Sobresale el gran granero comunal en forma de vasija, un prodigio de la conservación, con estructura de hojas secas retorcidas recubiertas de barro.

Cueva Grande

Antigua de ocho siglos, uno de los sitios más grandes de recolectores y primeros agricultores de Aridamérica, conserva, entre otras construcciones al abrigo de la caverna, rastros de una atalaya, un puesto de vigía que la ponía en comunicación con el importante enclave de Huápoca.

Cuicuilco

Hacia el año 250, en la sierra del Ajusco, el volcán Xitle hizo erupción. Su lava cubrió gran parte de la primera ciudad monumental de la cuenca de México. Llevaba mil años de existencia y contaba con una arquitectura única de conos truncados. Sus vestigios nos maravillan aún en la actualidad....

Cuyuxquihui

Ciudad totonaca de hace ocho siglos, surgida con la caída de El Tajín. Con el aire de un sitio fortificado, fue importante en la región hasta que la conquistó Moctezuma Ilhuicamina hacia 1465. Sus pirámides al borde de un acantilado y su gran juego de pelota son dechado de sobriedad y fuerza.

Dainzú

Contemporáneo de Monte Albán, llaman la atención sus edificios adaptados a la topografía del lugar, que parecen estar recargados contra el cerro. Cuenta con magníficos relieves que representan jugadores de pelota.

Dzibanché

Sorprende por su extensión (más de 40 km2), la belleza de sus enormes construcciones y el entorno natural donde está asentado. Lo conforman cuatro grupos: Dzibanché o Grupo Principal, Complejo Central o Grupo Lamay, Tutil y Kinichná.

Dzibilchaltún

Su Templo de las Siete Muñecas atrae cientos de visitantes en el equinoccio de primavera y otoño, cuando el sol atraviesa el edificio y brilla en su puerta. También son de admirar las múltiples estelas bellamente talladas y su cenote abierto de aguas limpias.

Dzibilnocac

De su pasada grandeza quedan como testimonio una amplia plaza y espléndidos edificios, algunos decorados con mascarones. También se han encontrado restos de pintura que muestran jeroglíficos y dioses del panteón maya.