La última ventana del atrio de la Catedral Metropolitana permite ver un piso de estuco que forma parte de un pasillo delimitado por muros de piedra de texonle y andesita rosa, el cual formaba parte de la Iglesia Mayor o Catedral Vieja.
Atrio de la Catedral de México, Ventana 4
Frente a la fachada principal de la Catedral Metropolitana se exhiben, a través de cuatro ventanas arqueológicas, vestigios de lo que parecen ser las capillas laterales y sacristía, que se encontraban adosadas al costado norte de la Iglesia Mayor o Catedral Vieja de México, construida por encargo de Hernán Cortés en 1525. Esta primera obra diseñada y ejecutada por el arquitecto Martín de Sepúlveda, debió concluirse en 1532, después de varias reparaciones, y finalmente fue demolida en 1626.
La cuarta ventana mide 4.10 m de largo por 2.30 m de ancho, presenta evidencias de un pasillo que forma parte de las construcciones laterales de la Iglesia Mayor o Primera Catedral. Dicho pasillo con piso de estuco tiene una orientación de este a oeste, delimitado por dos muros elaborados con piedra de tezontle y fragmentos de andesita rosa unidos con argamasa de cal y arena. En el interior del pasillo, en la fachada del muro que lo delimita por el lado sur, sobre el recubrimiento pulido de cal y arena, se pueden aún apreciar vestigios de un mural elaborado con pigmentos en color blanco y rojo que representan diseños de los conocidos de “medio pañuelo”.
Fuente: Raúl Barrera Rodríguez, director del Programa de Arqueología Urbana