Ciudad de cantera rosa estructurada en torno a su catedral. Conserva la traza del siglo XVI, el carácter conventual del siglo XVII y su imponente acueducto del siglo XVIII. Lleva en su nombre el orgullo de haber sido cuna de José María Morelos y Pavón, uno de los líderes del movimiento independentista de México.
Morelia
La “Ciudad de las canteras rosas”, llamada así por el color de la piedra con que se construyeron sus edificios, tuvo su origen en el valle de Guayangareo, cerca de un asentamiento prehispánico de indios pirindas. En 1531, los frailes franciscanos Juan de San Miguel y Antonio de Lisboa llegaron a dicho valle y organizaron un poblado en el que iniciaron la evangelización de los indígenas de la región. Este es el antecedente más remoto de la formación de la ciudad.
Durante la época virreinal, Morelia llevó el nombre de Valladolid, aunque en épocas tempranas se le conoció como “Ciudad de Mechuacán”, título que le disputó a Pátzcuaro, que entonces era la sede del obispado y de los poderes del gobierno virreinal, y fue el poblado más importante, mayoritariamente indígena, hasta el último tercio del siglo XVI.
La ciudad de Valladolid se fundó por disposición del virrey Antonio de Mendoza el 18 de mayo de 1541 como resultado de la presión política que ejercieron los encomenderos de Michoacán, quienes solicitaron insistentemente la fundación de una ciudad española, en contraposición a la de Pátzcuaro, a la que se pudieran trasladar los poderes religiosos y civiles. Dicha transición se concretó en 1580.
Además de los franciscanos, en Valladolid se asentaron los agustinos, los jesuitas, los carmelitas, los mercedarios y la rama femenina de la orden de predicadores, que le otorgaron a la ciudad un carácter conventual durante el siglo XVII.
Valladolid fue, por lo tanto, un asentamiento surgido de un proyecto español planificado en sincronía con su crecimiento. Para ubicar la catedral, que comenzó a construirse en el año de 1660, se eligió un espacioso terreno en el punto más elevado del valle. Asimismo, se trazó a cordel, de oriente a poniente, la antigua calle Real (hoy avenida Francisco I. Madero) como eje principal de la ciudad. A partir de ésta se distribuyeron los terrenos más o menos regulares que articularon conventos, templos, edificios de gobierno y viviendas.
En los terrenos ubicados al sur de la catedral, se ubicaron las casas del cabildo, la cárcel, comercios y viviendas. Las suntuosas casas de españoles y criollos se organizaron cerca de la catedral y de la calle principal, mientras que el resto de la población se agrupó en barrios ubicados en la periferia o en las haciendas agrícolas que rodeaban la ciudad.
Durante el siglo XVIII, las autoridades civiles, religiosas, terratenientes y comerciantes acordaron mejorar el aspecto de la ciudad como un medio para exhibir su poder y riqueza. Sin embargo, la ciudad carecía de un sistema de drenaje y distribución de agua suficiente, por lo que en 1705 se inició la construcción del acueducto; sin embargo, a finales del siglo XVIII ya presentaba muchas deficiencias, por lo que en 1785 el obispo costeó una reconstrucción que dio lugar a una monumental obra que se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
La ciudad de Valladolid también es reconocida a nivel nacional por haber sido cuna de algunos personajes centrales del movimiento independentista de México, como José María Teclo Morelos y Pavón, clérigo y militar que sentó las bases de la primera Constitución liberal de México, nacido el 30 de septiembre de 1765, y Agustín de Iturbide, nacido el 27 de septiembre de 1783, uno de los personajes que firmó el acta de consumación de la Independencia y que posteriormente se coronó como emperador de México.
Un suceso sobresaliente que antecede incluso al inicio del movimiento independentista fue la formación de la llamada Conspiración de Valladolid que tuvo lugar en 1809. Se trató de la reunión de un grupo de criollos acaudalados que buscaban establecer una junta o congreso que gobernara el virreinato de la Nueva España en nombre del rey Fernando VII, pues el trono español había sido usurpado por los franceses y el rey se encontraba preso. Dicho grupo estuvo encabezado por Mariano Michelena y José María García Obeso, oficiales del regimiento de infantería. La conspiración fue descubierta y sus miembros fueron apresados; sin embargo, ellos ya habían establecido contacto con criollos de otras ciudades, como la de Querétaro, donde se ideó el plan que daría inicio al movimiento de independencia. En 1828, con México como un país independiente, la ciudad de Valladolid cambió su nombre a Morelia, en honor a su hijo predilecto José María Morelos y Pavón.
A mediados del siglo XIX se registró un cambio de pensamiento hacia ideas más liberales, lo que trajo consigo grandes y agresivas transformaciones en la ciudad. A partir de 1856, con la promulgación de la Ley de Desamortización de Bienes Eclesiásticos, se “tomaron por asalto” las propiedades de la Iglesia para demoler las bardas de los atrios, transformar los antiguos cementerios en nuevos espacios urbanos, fraccionar las propiedades, abrir nuevas calles y para vender sus bienes. Asimismo, se cambiaron los nombres de las calles y se incorporó nueva infraestructura urbana.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad creció y se introdujeron nuevos estilos constructivos y nuevos conceptos de urbanismo de origen europeo, lo que generó una transformación en el uso de los espacios. Asimismo, ordenaron retirar numerosos escudos de armas que adornaban las fachadas de las casonas porque les recordaba “el pasado de opresión virreinal”. También se incorporaron las nuevas tecnologías para la comunicación como el telégrafo, el ferrocarril, el alumbrado eléctrico y el tranvía. Las calles de la ciudad se convirtieron en paseos arbolados y el antiguo empedrado se cambió por pavimento en 1910, se incorporó el nuevo panteón municipal y ese mismo año iniciaron los trabajos para canalizar el agua en tuberías.
En 1917 fue creada la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, heredera del Colegio de San Nicolás Obispo fundado en 1540 por el obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro y trasladado a Valladolid en 1580. Fue rector de este colegio el ilustre Miguel Hidalgo y Costilla y en él estudiaron distinguidos personajes como José María Morelos y Pavón, José María Izazaga e Ignacio López Rayón.
En la actualidad, la ciudad capital del estado, Morelia, es la más poblada de Michoacán y es sede de varios festivales internacionales, como el Festival de Música de Morelia, Miguel Bernal Jiménez; el Festival de Órgano, el Festival de Cine y otros relacionados con las artes que han cobrado gran importancia a nivel internacional.
La Zona de Monumentos Históricos de la ciudad de Morelia fue declarada el 19 de diciembre de 1990 y fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1991. El área protegida abarca una superficie de 3.43 km2 e incluye edificios que datan del siglo XVI al XIX distribuidos en 219 manzanas. La construcción más antigua es el conjunto conventual franciscano dedicado a San Buenaventura; destacan también la catedral, el Antiguo obispado y la cárcel clerical. No menos importantes son: los templos y antiguos claustros de San Agustín, de Nuestra Señora del Monte Carmelo, el de Nuestra Señora de la Merced, el de Santa Rosa María o de Las Rosas; el de Las Monjas (nuevo de las monjas catarinas), el de monjas capuchinas (Indias cacicas) y el de Dieguinos (Santuario de Guadalupe y Facultad de Derecho); así como el Templo de la Cruz, el Conjunto Parroquial de San José; las capillas de barrio como la de la Virgen de Lourdes (antes Capilla del Señor del Rincón), la de San Juan, la del Señor de La Columna y la de El Prendimiento, la del Santo Niño y la Soterraña (Antigua Capilla de la Virgen de las Nieves).
Entre otras edificaciones relevantes se conservan algunas destinadas para fines educativos, asistenciales, de servicios y de ornato público o para el uso de autoridades civiles y militares, entre las que pueden señalarse: el Ex Seminario Tridentino, actualmente Palacio de Gobierno del estado; la Casa Consistorial y la Alhóndiga, hoy Museo Histórico del Poder Judicial del estado de Michoacán de Ocampo; la sede del Colegio de San Nicolás Obispo, ahora denominado Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo; el Colegio de Jesuitas, dedicado a San Francisco Xavier —también conocido como Palacio Clavijero o Centro Cultural Clavijero—; el Colegio Teresiano de Guadalupe, en la actualidad Palacio Federal; el Ex Seminario Diocesano; la Casa del diezmo, hoy institución bancaria; el Palacio Episcopal, el Hospital de Juaninos, la factoría de tabaco, hoy Palacio municipal, el Mesón de San Agustín y el Mesón de la Soledad, entre los más relevantes.
De la arquitectura civil particular aún se cuentan más de 1,100 edificaciones; entre ellas, las residencias de las familias Huarte, Michelena, Anzorena, García Obeso, Lejarza y Unzaga, Iturbide, Foncerrada, Peredo, Vélez, Alzúa, Oviedo, Gómez, Mauleón, Pagola, De los Ríos, Abad y Queipo, por citar algunas.
El paisaje urbano de Morelia se alterna con 14 plazas, sus plazoletas, jardines y fuentes; entre los cuales se pueden señalar: la Plaza de los Mártires, la Plaza de Armas, la de Rayón, la de San Agustín, de la Reforma agraria, antes de San José; la Bocanegra, antes de El Carmen; Vasco de Quiroga, antes Plaza de Capuchinas; Melchor Ocampo, antes Plaza de la Paz; Revolución, Villalongín, de Carrillo y la de Héroes de 1947, antes plazuela I. Huarte. También atractivos son los jardines Luis González Gutiérrez, antes de las Rosas, y la glorieta Morelos; así como las fuentes de dichas plazas y la de Sorinne.

Acueducto de la Ciudad de Morelia

Calzada Fray Antonio de San Miguel

Museo de Sitio y Archivo Histórico Casa Morelos

Centro Cultural Clavijero

Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo

Museo Regional Michoacano

Palacio de Gobierno

Palacio Federal

Quiosco y fuentes de la Plaza de Armas

Santuario de la Virgen de Guadalupe

Templo de las Monjas

Conservatorio de las Rosas
Coordinación Nacional de Monumentos Históricos
La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia ...