La región central de México está compuesta por cuatro unidades geográficas enlazadas por sus tradiciones culturales: el valle de Morelos al sur, el Valle Puebla-Tlaxcala al oriente, la Cuenca de México al centro y el Valle de Toluca al occidente. De ellos, el Valle de Morelos es el único emplazado en tierra caliente. En cambio, las otras tres unidades, rodeadas por altas montañas, se encuentran al norte del Eje Neovolcánico y a más de 2000 metros sobre el nivel del mar. Éstas son grandes extensiones de tierras fértiles que en épocas prehispánicas contaron con importantes sistemas fluviales y lacustres.
Los indicios de ocupación más antiguos se encuentran en lugares como Tlapacoya, Texcal, y en varias cuevas de la zona de Tehuacan, donde se han localizado evidencias de los primeros grupos nómadas, así como testimonio de su gradual transformación en sociedades sedentarias y agrícolas.
En el Preclásico Medio (1200-400 a.C.) se desarrollaron poblaciones con una notable influencia olmeca como Tlatilco y Chalcatzingo. En el Preclásico Tardío (400 a.C.-200) se desarrolló Cuicuilco donde se erigió la primera construcción pública de la región con proporciones monumentales y comenzó a desarrollarse Teotihuacán, entre 300 y 100 a.C. Cerca del inicio de la era cristiana, el volcán del Xitle tuvo una serie de erupciones que ocasionaron el abandono de Cuicuilco y un enorme movimiento poblacional, por lo que tres cuartas partes de los habitantes de la Cuenca se trasladaron al Valle de Teotihuacan.
Durante el horizonte Clásico (200-900), Teotihuacán se configuró como el primer fenómeno urbano de grandes magnitudes, con una avanzada planificación urbana y una gran cantidad de población distribuida en complejos departamentales. Su arquitectura se caracterizó por el uso del talud y tablero, la construcción de templos y complejos en torno a una gran calzada central. A través de enlaces políticos con otras ciudades, Teotihuacán consolidó su poder y estableció enormes redes de intercambio, con lo que distintas regiones quedaron enlazadas y por primera vez se conformó una integración cultural mesoamericana. Los elementos culturales teotihuacanos se difundieron y se compartieron aspectos como: la arquitectura con elemento de talud y tablero, los calendarios ritual 260 días y el agrícola de 365, así como el culto a la Serpiente Emplumada.
En el Epiclásico (650-900) Teotihuacán comenzó un proceso de deterioro que culminó con su colapso, por lo que otras ciudades del Altiplano Central, como Cacaxtla, Xochicalco, Tula y Cholula adquirieron importancia política y conformaron focos de poder. Estos centros crearon estilos artísticos propios y algunos combinaron, de forma armónica, elementos de varias culturas como se aprecia en los murales de Cacaxtla, los relieves de Xochicalco y en los aspectos constructivos de ciudades como Cantona, San Miguel Ixtapan y Teotenango.
En el Posclásico Temprano (900-1200) Tula dominaba gran parte del Centro de México, parte de su poder se legitimaba en la figura de Quetzalcóatl. Tras su caída surgieron otros sitios que ejercieron dominio sobre áreas menos amplias, entre los que se destacan Huamango, Calixtlahuaca, Texcoco, Cholula, Huexotzinco y Azcapotzalco. Los centros políticos nahuas que buscaron reinar sobre otras regiones enlazaron su historia con la tolteca y su gobernante Quetzalcóatl, tal fue el caso de Azcapotzalco ciudad de origen tepaneca que regía sobre los pueblos del Altiplano cuando los mexicas arribaron a esa tierra.
En 1430, los mexicas y los texcocanos, tras derrotar a los azcapotzalcas y otros territorios tepanecas, conformaron una alianza político-militar con Texcoco y Tlacopan (Tacuba), a esta entidad se le conoce como la Triple Alianza. Los gobernantes de las tres ciudades se apoyaban en los asuntos políticos, económicos y militares, gracias a esta alianza es que pudieron realizar una serie de conquistas que los llevó a dominar más de 400 pueblos y señoríos de Mesoamérica. No obstante el gran poder de la Triple Alianza, existieron lugares que lograron resistir al embate mexica y mantenerse libres de su dominio político, como fueron los casos de Metztitlan, Tlaxcala, Cholula y Yopitzinco.
Fuentes:
López Austin, Alfredo y Leonardo López Luján, 2009, El pasado indígena, México, Colmex / FCE.
López Luján, Leonardo, 2000, "El altiplano central en la época tolteca", en Linda Manzanilla y Leonardo López Luján, Atlas histórico de Mesoamérica, México, Larousse.
López Luján, Leonardo, 2000, "La cuenca de México durante la época mexica", en Linda Manzanilla y Leonardo López Luján, Atlas histórico de Mesoamérica, México, Larousse.