Ubicada en el Valle Central del estado del mismo nombre, en la época prehispánica fue una guarnición militar mexica; mientras que en la época virreinal se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Nueva España. Se distingue por ser la cuna del presidente Benito Juárez, por sus hermosos edificios de cantera verde, su gastronomía y su fiesta tradicional de la Guelaguetza.
Oaxaca
Su nombre proviene del náhuatl “huaxyacac” que significa “guajes en la punta de la nariz”. La ciudad se ubica en los Valles Centrales del estado de Oaxaca, está rodeada por la Sierra Madre y se extiende hasta los márgenes del río Atoyac.
Sus primeros pobladores fueron grupos olmecoides que se asentaron allí alrededor del año 1200 a.C. Posteriormente floreció la ciudad zapoteca de Monte Albán que, en la época clásica, entre los años 650 y 900 d.C, adquirió el predominio indiscutible sobre el valle. En 1486, los mexicas establecieron la base militar de Huaxyacac en el territorio donde actualmente se ubica la ciudad de Oaxaca.
Las primeras incursiones españolas en el territorio oaxaqueño ocurrieron en 1519, año en que se comenzaron a establecer alianzas entre los conquistadores y algunos señoríos indígenas. En 1521, Francisco Orozco sale de la Villa de Segura de la Frontera, hoy Tepeaca, Puebla, con un grupo de soldados españoles, indios mexicas y tlaxcaltecas, para asentarse en Huaxyacac.
Por su parte, Hernán Cortés y un grupo de españoles se establecieron en el actual barrio de Santa Anita. El conquistador construyó su casa en un terreno donde anteriormente había un templo prehispánico e intentó anexar Huaxyacac a su marquesado, pero no lo consiguió.
En 1529, las autoridades españolas se dieron cuenta de la importancia de esta población como sitio estratégico de control político, comercial y militar, por lo que ordenaron la fundación de la Villa de Antequera. Asimismo, designaron a Juan Peláez de Berrio alcalde mayor y le ordenaron buscar el sitio adecuado para la fundación de la villa, así como vigilar que sus calles se tracen de manera ordenada, designando primero los lotes para la iglesia, el hospital, el cabildo, la residencia de Peláez y la de los otros españoles.
También en el año 1529 llegaron los frailes dominicos para encargarse de la evangelización de los indígenas y comenzaron a construir el Convento de San Pablo.
En 1532 a la Villa de Antequera se le otorgó el título de ciudad y tres años más tarde se constituyó en la sede del obispado de Oaxaca. Esto hizo necesaria la edificación de una Catedral. En un primer momento se construyó una iglesia provisional, muy austera, la cual se concluyó en 1540. Fue hasta principios del siglo XVIII que se comenzó a construir la actual Catedral. Los relieves barrocos de su portada, realizados en cantera verde, constituyen un elemento representativo de la ciudad.
Otro monumento que se ha convertido en un símbolo de Oaxaca es el Convento de Santo Domingo, cuya construcción inició en 1556 y finalizó en el siglo XVIII. Su templo es una joya del barroco novohispano y su claustro actualmente alberga el Museo de las Culturas de Oaxaca.
La ciudad de Oaxaca ha sido escenario de acontecimientos históricos como la toma de la ciudad por José María Morelos y Pavón en noviembre de 1812 durante la Guerra de Independencia.
Una vez que México inició su vida como país independiente, el nombre de la ciudad de Antequera fue cambiado por Oaxaca y posteriormente, en 1872, se le concedió el nombre de Oaxaca de Juárez, debido a que fue en esta ciudad donde el presidente Benito Juárez inició su vida política siendo gobernador.
Durante el porfiriato, la ciudad de Oaxaca se transformó y modernizó. La llegada del Ferrocarril del Sur de México en 1892 impulsó a la industria minera en la región, así como un crecimiento económico y demográfico.
Durante la Revolución Mexicana, distintas facciones políticas se disputaron el poder del estado ante la falta de control por parte del gobierno central. En este contexto, en 1915 Oaxaca declaró su soberanía, es decir, su separación de la federación, para evitar adherirse a Venustiano Carranza. Oaxaca defendió su soberanía hasta 1920 cuando aceptó la Constitución de 1917 y al presidente Álvaro Obregón.
Esta ciudad también ha sido cuna de personajes relevantes en la historia de México: Porfirio Díaz, quien nació en 1830 y fue presidente de México por casi 30 años; Rufino Tamayo, uno de los pintores mexicanos más reconocidos a nivel mundial, quien vio la luz en 1899; y Macedonio Alcalá, músico multifacético que compuso el famoso vals “Dios nunca muere”.
En la actualidad la ciudad es reconocida por su riqueza cultural, su gastronomía, la música de bandas de viento que recorren sus calles, así como por sus múltiples actividades artísticas y tradiciones.
Año con año, hacia finales de julio, se lleva a cabo el festejo más emblemático de Oaxaca: la Guelaguetza o “Fiesta de los lunes del cerro”, de raíces prehispánicas, que suma muestras de las distintas expresiones culturales del estado, como exposiciones, conciertos y bailes. Otros festejos importantes son el Día de Muertos y la Noche de los Rábanos, esta última es una celebración de origen colonial en que se rinde tributo a la cosecha de este tubérculo y se celebra el 23 de diciembre en la plaza principal con la realización de esculturas hechas con rábanos.
La ciudad se articula en torno al Zócalo, en cuyo centro se puede observar un quiosco cuya forma asemeja un ramo de globos. En torno a esta plaza se ubican los edificios que representan al poder civil y al religioso: el Palacio Municipal y la Catedral. Sus calles presentan un trazo en forma de cuadrícula con hermosas construcciones coloniales.
Oaxaca de Juárez fue declarada Zona de Monumentos Históricos en 1976 e inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1987, como Centro Histórico de Oaxaca y Zona Arqueológica de Monte Albán. La Zona de Monumentos tiene una extensión de 5 km2 con 247 manzanas que reúnen edificios construidos entre los siglos XVI y XIX. Los más representativos son: el Antiguo Convento y Templo de Santo Domingo de Guzmán, el Palacio Municipal, la Casa de Cortés (actual Museo de Arte Contemporáneo), el Teatro Macedonio Alcalá, el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Algunos de estos edificios fueron construidos en cantera verde, lo que le da su sello característico a la ciudad.
Templo de Santo Tomás Xochimilco
Este templo tiene un atrio de casi dos mil metros cuadrados utilizados parcialmente como panteón. En la portada se conserva una imagen de santo Tomás, flanqueada por torres, la del sur es un campanario.
Monumento a Benito Juárez
Se inauguró el 21 de marzo de 1906 para celebrar el primer centenario del natalicio de Benito Juárez; fue obra del ingeniero Rodolfo Franco.

Capilla de la Virgen del Rosario
Esta capilla fue inaugurada el 5 de mayo de 1731 después de siete años de construcción. Cuenta con decorados en yeso, elaborados entre 1724 y 1731, con la representación de los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos.

Templo de San Juan de Dios
En este terreno se ubicó la primera ermita cristiana, dedicada a Santa Catalina Mártir. De 1535 a 1544 fue la primera catedral de Oaxaca. En 1662 fue destruida por un temblor.

Jardín Alameda
Éste es uno de los solares concedidos por el virrey Martín Enríquez en 1576 para la construcción de casas consistoriales o del palacio municipal. Con el tiempo se convirtió en mercado de alfareros y era conocido como Plazuela de Cántaros.

Hotel Monte Albán
Este inmueble del siglo XVII fue habitado por la familia de José Gregorio de Ortigoza, obispo de Antequera en 1775.

Servicio Postal Mexicano
Este inmueble del siglo XIX fue habitado por el obispo Vicente Márquez. En 1888 fue adquirida por el arzobispo Gillow, quien la remodeló en estilo neoclásico. Se destinó como Palacio Arzobispal, con una biblioteca de más de cuatro mil volúmenes y una galería con retratos de diocesanos.

Templo de la Consolación
Al rededor de 1563 se construyó en este espacio una ermita dedicada a la Virgen de la Consolación; entre 1656 y 1661 se construyó un templo de adobe, usado por los carmelitas.

Templo de la Trinidad de las Huertas
En 1554 se construyó la primera ermita en este lugar, con muros de adobe y techumbre de tejas y madera a dos aguas. Tras el sismo de 1928, quedó parcialmente destruido y el mismo año comenzó la reconstrucción.

Museo Benito Juárez
Inmueble del siglo XVIII que perteneció a Antonio Salanueva, fraile de la Tercera Orden de San Francisco, quien alojó a Benito Juárez de 1818 a 1828. El gobierno del estado adquirió el edificio para convertirlo en museo y preservar sus pertenencias. El recinto abrió sus puertas en 1933.


Secretaría de Turismo
Este inmueble del siglo XVIII fue escuela de niñas, museo y Presidencia Municipal antes de pertenecer a SECTUR en diciembre de 1992.

Teatro Macedonio Alcalá
Inmueble construido entre 1904 y 1909; originalmente se llamó "Luis Mier y Terán, posteriormente recibió el nombre de Jesús Carranza y fue hasta 1933 que se nombró Macedonio Alcalá. Fue decorado y pintado por artistas como Albino Mendoza, José Cabrera, Trinidad Galván y los hermanos Tarazona.

Templo y Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán
La construcción de este conjunto conventual se inició alrededor de 1557, la obra fue supervisada por el fraile Hernando Cavarcos, Toribio Alcaraz y Justo Alcántara.

Lavaderos
Este inmueble del siglo XVII es un edificio de planta octagonal cubierto con una cúpula y dotado de un ingenioso sistema hidráulico. El agua llega a la pila central y de ahí se distribuye a las diferentes piletas de barro.
Coordinación Nacional de Monumentos Históricos
La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia ...