Su confluencia entre el Mar de Cortés y el impresionante desierto de Sonora ofrece paisajes de excepcional belleza y lugares privilegiados.

Se extiende desde el Delta del Río Colorado en el norte hasta 270 kilómetros al sureste de la punta sur de la península de Baja California, el Bien incluye 244 islas, islotes, zonas litorales y marinas, dentro de 12 áreas naturales protegidas.

La antigua penitenciaría porfiriana de Hermosillo, de 1908, es el asiento del Museo Regional y del INAH en el estado. Su propósito es exhibir –en sus 18 salas de exposición permanente y cinco de exposiciones temporales– la arqueología, la historia y la cultura de la entidad.

Conocida popularmente como “la Ciudad de los Portales” debido a los pórticos de sus casas, esta población minera fue una de las más prósperas durante la época virreinal y el siglo XIX. Su paisaje natural, arquitectura y riqueza cultural la convierten en una joya del patrimonio sonorense.

En el desierto de Sonora, una montaña permitió que, hace doce siglos, mil agricultores, artesanos y gobernantes fundaran una ciudad. Aplanaron en las laderas más de 900 terrazas, levantaron muros de piedra rodada, en la cima abrieron una plaza y trazaron un gran caracol. Su huella persiste.