
Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado
Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado

Patrimonio mundial
Inmaterial
Usos sociales, rituales y actos festivos
Todos los años, los pueblos de ascendencia otomí-chichimeca asentados en la zona semidesértica del estado de Querétaro, en el centro de México, acuden al triángulo simbólico que forman la Peña de Bernal y los cerros del Zamorano y el Frontón. Avanzan en peregrinación portando imágenes religiosas y, con ritos acompañados de danzas y música, invocan la lluvia y la protección divina, veneran a sus antepasados y garantizan la continuidad de su comunidad. El resto del año realizan ceremonias en capillas familiares o en altas estructuras perecederas “chimales” - imponentes estructuras temporales construidas con carrizo y recubiertas de plantas silvestres, que son ofrendas y símbolos de la resistencia, la vitalidad y sentimiento identitario de la comunidad- que exaltan la resistencia e identidad de sus etnias.
El pueblo otomí-chichimeca, asentado en la zona semidesértica del Estado de Querétaro, en el centro de México, ha conservado un conjunto de tradiciones que son testimonio de su relación excepcional con la topografía y el medio ambiente circundantes. Su entorno cultural está presidido por el triángulo simbólico que forman la Peña de Bernal y los cerros del Zamorano y el Frontón. Todos los años, los otomí-chichimecas se congregan para ir en peregrinación a estas elevaciones sagradas llevando cruces milagrosas, a fin de impetrar la lluvia y la protección divina, venerar a sus antepasados y exaltar la identidad y continuidad de su comunidad.
A lo largo de todo el año tienen lugar otras festividades comunitarias que constituyen todo un calendario de celebraciones de ritos centrados en el agua –un elemento sumamente escaso debido al clima de la región– y que exaltan la capacidad de resistencia del pueblo otomí-chichimeca. La celebración de los ritos suele efectuarse en capillas familiares privadas consagradas al culto de los antepasados, o se manifiesta con la elevación de los chimales –imponentes estructuras temporales construidas con carrizo y recubiertas de plantas silvestres– que son ofrendas y símbolos de la resistencia, la vitalidad y sentimiento identitario de la comunidad. El vínculo entre la cultura espiritual y el espacio físico ejerce una influencia en el arte de la región –en particular en las imágenes religiosas, las pinturas murales, las danzas y la música– y las costumbres que encarnan ese vínculo son componentes esenciales de la identidad cultural de la comunidad.
Declaratoria

Patrimonio Inmaterial
Categioría Usos sociales, rituales y actos festivos
Fecha de inscripción 2009
Criterios de valor Universal Excepcional
Este lugar cumple con los siguientes criterios de valor Universal Excepcional
R.1
El elemento es patrimonio cultural inmaterial, en el sentido del Artículo 2 de la Convención.
R.2
La inscripción del elemento contribuirá a dar a conocer el patrimonio cultural inmaterial, a lograr que se tome conciencia de su importancia y a propiciar el diálogo, poniendo así de manifiesto la diversidad cultural a escala mundial y dando testimonio de la creatividad humana.
R.3
Se elaboran medidas de salvaguardia que podrían proteger y promover el elemento.
R.4
La propuesta de inscripción del elemento se ha presentado con la participación más amplia posible de la comunidad, el grupo o, si procede, los individuos interesados y con su consentimiento libre, previo e informado.
R.5
El elemento figura en un inventario del patrimonio cultural inmaterial presente en el(los) territorio(s) del(los) Estado(s) Parte(s) solicitante(s), de conformidad con los artículos 11 y 12 de la Convención.
Dirección de Patrimonio Mundial INAH
La Dirección de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene el compromiso de difundir la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como capacitar e implementar herramientas que apoyen el dinamismo de los sitios patrimonio cultural de México, a través de diplomados, simposios, conferencias y cursos a nivel nacional y regional.