Ubicado en un pequeño y fértil valle del municipio de Victoria, en el estado de Guanajuato, Arroyo Seco es uno de los sitios con arte rupestre más representativos del centro-norte de México. Con una ocupación humana que se remonta al año 7000 a. C. y se extiende hasta aproximadamente el 1800 d. C., esta zona arqueológica resguarda 46 conjuntos pictóricos que reúnen cientos de motivos gráficos, entre los que predomina la figura humana.
Las litografías reproducen representaciones humanas en diversas actividades, así como figuras zoomorfas y elementos vegetales, que ofrecen una visión del simbolismo y la vida cotidiana de las antiguas sociedades que habitaron la región.