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    Templo del Sagrario
    JP&K Films / INAH-Mediateca INAH- JP&K Films
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    Biblioteca Bocanegra
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    Portal de Allende
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Pátzcuaro

Pátzcuaro

Pátzcuaro
Resumen

Fundada por el obispo Vasco de Quiroga en el siglo XVI, Pátzcuaro fue la ciudad más importante de Michoacán a principios de la época virreinal. Sus calles empedradas y sus plazas rodeadas por edificios de adobe y tejas rojas son el escenario perfecto para una de las tradiciones más entrañables de nuestro país: la celebración del Día de Muertos.

El nombre Pátzcuaro proviene de la palabra tarasca petáhzacua o patahzácuaro, que se interpreta como “asiento de cúes o templos”, y hace referencia a las numerosas edificaciones de ese tipo. La región donde se ubica es un sitio de gran relevancia por sus condiciones geográficas, su clima templado húmedo, abundante vegetación, fauna y recursos acuíferos. Desde la época prehispánica, el entorno natural del lago de Pátzcuaro permitió el establecimiento de grupos humanos y el desarrollo de actividades económicas como la pesca, la caza, la recolección y la agricultura.

Esta ciudad tiene su antecedente más remoto en un asentamiento prehispánico que data del siglo XIV. Sitio donde nació Tariácuri, mítico gobernante bajo cuya dirigencia surgió y se consolidó el imperio tarasco, o purépecha, que se encontraba en apogeo a la llegada de los españoles.

En el siglo XVI Pátzcuaro se fundó como ciudad por iniciativa de don Vasco Vázquez de Quiroga, nombrado en 1537 primer obispo de Michoacán. Allí se estableció, durante la primera mitad de este siglo, la capital de la provincia de Michoacán, la sede del obispo y el Real y Primitivo Colegio de San Nicolás, una de las instituciones educativas más antiguas del país. Vasco de Quiroga, llamado cordialmente por los indígenas “Tata Vasco”, fundó el Hospital de Santa Martha y estableció una nueva forma de organización socioeconómica, modificó la agricultura, diversificó los oficios y los productos artesanales.

El poblamiento de Pátzcuaro con familias españolas comenzó en 1538, cuando Vasco de Quiroga trasladó la sede episcopal de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, llevando consigo a 29 familias. “Tata Vasco” también inició un ambicioso proyecto para edificar la catedral con un innovador diseño con cinco naves, el cual se conserva en el escudo de armas de la ciudad, pero que nunca se culminó. En 1580 fueron trasladados formalmente a la ciudad de Valladolid (nueva capital de Michoacán) los poderes eclesiásticos y civiles. Pátzcuaro continuó en las siguientes centurias con un lento y apacible crecimiento.

Durante el siglo XVIII hubo un periodo de bonanza económica en la ciudad que permitió la conformación de un grupo poderoso de españoles criollos y peninsulares que controlaron el comercio y la explotación de minas de cobre ubicadas en las proximidades. Dicho grupo ocupó cargos políticos importantes y gozó de gran prestigio social, lo cual se reflejó en la construcción de suntuosas casonas ubicadas en torno a la plaza principal. Estas mansiones destacan por su estilo barroco con ornamentos exteriores de piedra de cantera rosa en las columnas, arcos que definen los portales y fachadas con portadas de acceso, marcos en las ventanas y balcones.

Por la ubicación que tenía Pátzcuaro sobre las principales rutas de intercambio comercial, se fortaleció el desarrollo de actividades como la curtiduría, la herrería, el establecimiento de mesones y otros comercios. Con la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX esta actividad disminuyó y, desde las primeras décadas del siglo XX, la ciudad comenzó a adquirir fama como destino turístico, en gran medida por la conservación de su forma de vida y de su arquitectura tradicional que, aún hoy, guarda una unidad lograda gracias a la práctica constructiva que se ha transmitido de generación en generación y que se basa en el uso de materiales locales como el adobe, la piedra, la madera y tejas de barro para los techos.

Una de las características esenciales de Pátzcuaro es la generosidad de sus espacios abiertos, jardines públicos y plazas, así como de sus patios y huertas privadas. La mayoría de estos espacios fueron diseñados durante el siglo XIX, periodo en el que la moda vigente en materia de jardines dictaba el uso de patrones franceses, por lo que se trazaron de acuerdo con ese nuevo criterio. La traza de la ciudad da cuenta del antiguo camino real y se adapta a la topografía disponiendo terrenos cuadrangulares que son más regulares cerca de la plaza principal y más irregulares en la periferia.

Pátzcuaro también tiene un lugar en la historia del país. Aquí vivieron personajes que formaron parte de los principales acontecimientos nacionales de los siglos XIX y XX; tal es el caso de la participación de Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega durante el movimiento de Independencia, quien murió —al igual que su esposo y uno de sus hijos— por la defensa de los ideales de libertad. Durante la Guerra de Reforma y la Intervención francesa, Pátzcuaro fue escenario de luchas en las que destacó Manuel García Pueblita, considerado mártir de la causa republicana. Asimismo, la batalla final contra la Intervención francesa en el estado de Michoacán se efectuó en esta ciudad. En tanto que, en tiempos de la Revolución mexicana, se destacó por ser escenario de la batalla del 16 de junio de 1918, ganada por el Ejército federal.

El 19 de diciembre de 1990, Pátzcuaro fue declarado Zona de Monumentos Históricos por Decreto Presidencial. La zona abarca un área de 0.89 km2 y está conformada por 42 manzanas que comprenden más de 300 inmuebles con valor histórico, edificados entre los siglos XVI y XIX.

Entre los inmuebles religiosos destacan los conjuntos conventuales de San Agustín, de Monjas dominicas de Santa Catarina (actualmente Casa de los Once Patios), de San Juan de Dios, de San Francisco, de la Compañía de Jesús, el sagrario y la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, y la Casa Cural. Asimismo, los templos del hospital y de la Tercera Orden, el Santuario de Guadalupe y las capillas del Humilladero, el Calvario y de Santa Catarina.

Otras notables edificaciones que fueron originalmente destinadas para fines educativos, asistenciales y para el uso de autoridades civiles, son el ayuntamiento, las antiguas casas reales, la Antigua Casa de la Real Aduana y el Antiguo Colegio de San Nicolás. Igualmente, grandes espacios abiertos producto de los cambios urbanos gestados en los siglos XVII al XX: la Plaza Vasco de Quiroga o Plaza grande, la Plaza Gertrudis Bocanegra o Plaza chica, la Plazuela Revolución (asociada con el barrio de San Francisco), la Plaza del Santuario ubicada a un costado del templo dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe y la Plazuela de las Tenerías, la Plaza de la Basílica, la de El Volador, la de San Juan de Dios, de la calle del Rostro y la de la Compañía de Jesús. Asimismo, el panteón antiguo y el cementerio de El Cristo.

Existen también inmuebles civiles de uso particular de notable valor arquitectónico, como la casa de don Antonio Huitzimengari, la de doña Juana Pavón de Morelos, la casa donde nació el maestro Narciso Servín García, la del portal chaparro, la del gigante, la casa donde nació la insurgente Gertrudis Bocanegra, la de Manuel Abarca de León, en la que vivió José María Abarca, quien participó en la Conspiración de Valladolid de 1809; la mansión de don Tomás de Casas Navarrete, la antigua casa de los Venicia, la de don Francisco Arias; así como los antiguos mesones: el de San Cristóbal, el de San Juan de Dios, en del Ángel y el de San Antonio.

De la infraestructura hidráulica de la ciudad dan cuenta las pilas, asociadas a leyendas locales, como la de San Miguel, la del torito, la pila de los Guajes y la pila de Santa María o Alcantarilla de Vasco de Quiroga donde, según la tradición, el obispo hizo brotar agua con su báculo.

En la actualidad, Pátzcuaro es la ciudad más importante de la cuenca lacustre del lago del mismo nombre y un centro turístico y artesanal de Michoacán. Entre sus tradiciones locales más representativas se encuentra la devoción a la Virgen de la Salud, una escultura de pasta de caña que mandó hacer “Tata Vasco” en el año 1539; se trata de una imagen de la Inmaculada Concepción que, por sus bondades milagrosas para curar a los enfermos, se asoció con la salud.

Mención aparte merece la celebración del Día de Muertos, una de las tradiciones icónicas de Pátzcuaro y de las localidades ubicadas en torno al lago del mismo nombre; una de las más conocidas es la celebración en la isla de Janitzio. En la festividad de Todos los Santos, Pátzcuaro es sede de conciertos y eventos culturales diversos que tienen lugar en las plazas y en las calles; los habitantes de las localidades pernoctan en los camposantos para visitar a sus seres queridos y adornan sus tumbas con flores de cempasúchil y de terciopelo (mano de león), veladoras y una gran diversidad de elementos a modo de ofrendas.

En el año 2008, el Día de Muertos, es decir las fiestas indígenas dedicadas a los muertos, de las cuales las ceremonias de Michoacán forman parte, quedó formalmente inscrito en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en el 2003, en la lista representativa) de la UNESCO.


 

Biblioteca Gertrudis Bocanegra

Biblioteca Gertrudis Bocanegra

Este inmueble se inauguró en 1576 como convento agustino de Santa Catalina Virgen y Mártir. A inicios del siglo XVII fue adornado con un retablo y una cubierta nueva, además de ornamentos en la sacristía.

Casa de los Once Patios

Casa de los Once Patios

Museo de Artes e Industrias Populares

Museo de Artes e Industrias Populares

En 1540, el obispo Vasco de Quiroga fundó el Colegio Seminario "San Nicolás Obispo" para jóvenes españoles en este inmueble, ahí se enseñó gratuitamente a los indígenas. Este colegio, el más antiguo del continente, fue trasladado a Valladolid en 1580.

Presidencia Municipal

Presidencia Municipal

Plaza San Francisco

Plaza San Francisco

Plaza Vasco de Quiroga

Plaza Vasco de Quiroga

Plaza del siglo XVI

Portal de Allende

Portal de Allende

Templo El Sagrario

Templo El Sagrario

Templo de San Francisco de Asís

Templo de San Francisco de Asís

Este inmueble fue el quinto convento franciscano en la Provincia de Michoacán, establecido por fray Martín de Jesús a mediados del siglo XVI.

Teatro Emperador Caltzontzin

Teatro Emperador Caltzontzin

Coordinación Nacional de Monumentos Históricos

La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia ...

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