Fundada por el obispo Vasco de Quiroga en el siglo XVI, Pátzcuaro fue la ciudad más importante de Michoacán a principios de la época virreinal. Sus calles empedradas y sus plazas rodeadas por edificios de adobe y tejas rojas son el escenario perfecto para una de las tradiciones más entrañables de nuestro país: la celebración del Día de Muertos.