El tramo del Camino Real entre Nazas y San Pedro del Gallo se encuentra ubicado en una zona que era la línea de presidios, en los límites del Bolsón de Mapimí. Tiene una longitud de aproximadamente cincuenta kilómetros, a través de la cual se comunicaba a la hacienda de San Antonio, a la antigua misión jesuita de Cinco Señores (actualmente Nazas), y al presidio de San Pedro del Gallo. A su vez, estos puntos formaban parte del tramo entre Cuencamé y Parral y representaban una jornada de tránsito a pie para los viajeros.
Tramo del Camino Real entre Nazas y San Pedro del Gallo
Si bien desde el siglo XVI este segmento de camino ofrecía condiciones muy favorables para el transporte de carromatos y el tránsito de ganados trashumantes, fue hasta el descubrimiento de las minas de Parral en 1631 cuando este tramo adquirió verdadera importancia. Parte de esa importancia radica en que tanto la misión jesuita de Nazas como San Pedro del Gallo –este último fundado en 1685- eran puntos obligados de pernocta y aprovisionamiento en el camino debido a la presencia de varios ojos de agua en la zona y a la corriente de agua constante del río Nazas. En un principio este tramo, que en su mayor parte conserva el trazo original, no contaba con poblaciones de importancia en su trayecto, salvo algunas rancherías al sur del río Nazas; hacia el sur se encontraba el Real de San Antonio de Cuencamé, y al norte se ubicaba la hacienda de la Zarca y el presidio de San Miguel de Cerro Gordo.
El tramo del camino se ubica en la parte central del Estado de Durango, se caracteriza por estar en una zona semidesértica y ser una brecha de tierra; esta ruta sigue una dirección norte-sur sobre un estrecho valle que está delimitado en su flanco oriental por una sucesión de montañas.