San Pedro del Gallo, también conocido como Ojo del Gallo, está ubicado actualmente en el municipio del mismo nombre, en el tramo que unía el río Nazas y la meseta de la Zarca. Antiguamente este trayecto era conocido como el Camino de las Carretas y se encuentra en una zona semidesértica del Bolsón de Mapimí. En este sitio existe un ojo de agua, lo que convirtió a la zona que un lugar de descanso para los viajeros del Camino Real y en donde podían agostar sus cabalgaduras.
Pueblo de San Pedro del Gallo
Debido a estas características las autoridades españolas escogieron el lugar para fundar el presidio de San Pedro del Gallo, en 1685. Este establecimiento militar también tuvo como objetivo proteger el Camino Real ya que todavía existía la inquietud por la insurrección de los indios del pueblo de Nuevo México, quienes entre 1683 y 1687 ya habían causado revueltas en la región. Este presidio se localizaba en el cruce de los caminos que llevaban a Indé, por un lado, y a Mapimí por el otro; en sus inicios, el presidio contaba con cincuenta soldados, pero fue hasta 1751 cuando éste dejó de serlo debido a que por la cantidad de habitantes ya se había convertido prácticamente en un pequeño poblado. Actualmente no queda rastro del presidio.
Este poblado presenta una traza ortogonal en donde aún se observan algunos tramos de la acequia que surtía de agua a los vecinos del lugar, misma que se desplanta sobre la calle real. A diferencia de los otros poblados de la ruta, la arquitectura civil de San Pedro del Gallo se caracteriza por su homogeneidad, siendo la mayoría de sus construcciones ejemplos relevantes de una arquitectura tradicional.
Frente a la plaza principal del pueblo se encuentra el que quizá sea su mejor ejemplo de arquitectura religiosa: el templo de San Pedro Apóstol, el cual, de acuerdo con la inscripción localizada en un arco de la entrada, fue terminado en 1783.