La trascendencia de la antigua misión de los Cinco Señores del Río Nazas, hoy Nazas en el itinerario del Camino Real de Tierra Adentro es resultado de su estratégica ubicación.
Conjunto arquitectónico del pueblo de Nazas
Dicha ubicación se favorecía aún más por uno de los ríos Nazas, uno de los más importantes del actual estado de Durango. Lo que permitió que tras la llegada de los españoles a la región se estableciera una misión jesuita en 1705.
Gracias la existencia de un vado en el río Nazas, es decir una parte con fondo firme y poca profunda, era posible cruzarlo sin correr riesgos. Esta situación, aunada a la producción agrícola de la región, convirtió a Nazas a finales del siglo XVIII en un lugar sumamente próspero económicamente, lo que le permitió adquirir la categoría de villa en 1824. Con el paso del tiempo en este sitio llegaron a contarse más de quince haciendas, la mayoría pequeñas, pero todas con muy buena irrigación.
La traza urbana se encuentra alineado de manera paralela al cauce del rio para el mejor aprovechamiento del agua mediante un sistema de acequias. En lo que respecta a su arquitectura, ésta alcanzó su verdadero esplendor a mediados del siglo XIX con importantes construcciones tanto civiles como religiosas. Entre éstas últimas destaca la iglesia parroquial dedicada a Santa Ana, la que originalmente fue un templo jesuita dedicado a los Cinco Señores que se situaba en el pueblo de los indios.