Consiste en una porción del área forestal montañosa descrita en el entorno de la Sierra de Monte Escobedo. Esta área es particularmente buena para la caza de ciervos, que es un elemento fundamental del ciclo ritual. También se encuentran en esta zona sitios de anidación del águila real, una especie de gran valor dentro de la jerarquía ritual. Se han encontrado antiguos petroglifos y otras evidencias arqueológicas, las cuales actualmente están siendo estudiadas.

Ritual de casería:

En su camino de regreso a casa después de haber llegado a Huiricuta, los portadores de jícaras y los peregrinos realizan la cacería ritual del venado. Al llegar a su campamento, los peregrinos encienden un fuego ceremonial en honor a Tatehuari, el Abuelo Fuego, colocando un gran tronco en el centro de la hoguera. Al atardecer y durante toda la noche, el mara'akame o chamán canta y se comunica con las deidades ancestrales. Invoca a las deidades del puma, el jaguar y el águila real, todos ellos cazadores que rara vez fallan, y les pide su compañía durante la cacería del venado.

Al amanecer, el mara'akame coloca un muwieri (el cetro emplumado usado por los chamanes en ceremonias rituales) sobre la cabeza de cada cazador. Este cetro emplumado le indicará al cazador la dirección en la que encontrará al venado. Los cazadores entonan un ehuari, una oración que simboliza una trampa para atraer al venado. Esto marca el inicio de un ayuno que durará cinco días. El cuerpo del venado es llevado al campamento y colocado junto al fuego ceremonial. Los peregrinos hacen ofrendas al venado, le rezan y lo bendicen con agua sagrada recogida de los manantiales durante la peregrinación. Cada portador de jícara unge su jícara y su flecha con la sangre del venado.

Sitios sagrados:

• Aitecua.
• Juri Macatei.
• Turicea.
• Cuyetsarie.