El antiguo Hospital de San Juan de Dios de la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, conocido también como Hospital Real, obra atribuida al cura Juan Manuel de Villegas, quien estuvo encargado de su construcción en 1753.
Antiguo Real Hospital de San Juan de Dios de San Miguel de Allende
En un principio, la obra tuvo el nombre de Hospital de San Rafael y la autorización para su construcción se dio el 16 de octubre de 1743. Este antiguo sanatorio abrió sus puertas a fines del siglo XVIII y si bien atendía principalmente a los pobres, también dio cabida a toda variedad de enfermos de cualquier clase social novohispana que circulaban o habitaban en las inmediaciones del Camino Real de Tierra Adentro.
Según el registro de ingreso de enfermos durante el siglo XVIII, se atendía a toda clase de pobladores, castas y ocupaciones, algunos de ellos llegaban al hospital, provenientes de ciudades como Guadalajara, Tlaxcala, México y Monterrey. Sin embargo, la población indígena fue la más socorrida, en gran medida debido a las epidemias que azotaban, tanto a esta región, como al resto de Nueva España; por este motivo, al menos durante el siglo XIX, el hospital de San Rafael fue conocido como hospital de indios.
Ya que era común que los hospitales de la Nueva España fueran atendidos por vecinos del lugar, quienes desempeñaban esas labores guiados sólo por su buena voluntad. Por tal motivo se considera que el hospital de San Rafael no fue la excepción, sin embargo, el cura Juan Manuel de Villegas siguió manteniéndose a cargo del hospital, situación que se prolongó hasta 1770, año en que la orden religiosa de San Juan de Dios llegó a San Miguel para suplir la labor del cura y administrar el hospital. Tras la llegada de esta orden, el hospital fue llamado San Juan de Dios, como hasta la fecha se le conoce.
El inmueble consta de dos partes, la iglesia y el antiguo sanatorio. La torre de la iglesia cuenta con un solo cuerpo y contiene dos campanas. Dentro de la iglesia se encontraban tres altares, un coro y un púlpito; así como pinturas al óleo. El ex hospital se encuentra rodeado por un patio central con cuatro pasillos y poseía veintisiete recámaras, algunas para enfermos en recuperación, otras destinadas a oficinas y servicios. En la parte trasera del inmueble existe un pequeño cementerio.
Desde principios del siglo XIX y hasta la culminación de la guerra de independencia, el inmueble se encontraba en muy mal estado y casi en el abandono debido a los escasos recursos para su manutención. Posteriormente, en 1935, el edificio fungió como hospital civil.