Los Tepoltzis
El pequeño conquistador
Se encuentra en la cima de unos cerros muy cerca del poblado de Tixtla, lo que hace suponer que este pequeño centro ceremonial estuvo dedicado al dios de la lluvia. La habilidad de sus artesanos para trabajar la piedra es patente en las máscaras y figurillas que nos dejaron como legado.
Sobre la zona
El sitio arqueológico de los Tepoltzis se localiza en el municipio de Tixtla, perteneciente a la región centro del Estado de Guerrero. Se encuentra en las laderas del cerro denominado Tepoltzis, de donde deriva su nombre. El sitio está distribuido por la ladera y tiene como límite barrancas naturales, las que en épocas de lluvia sirven para transportar grandes cantidades de agua que son utilizadas para cultivos como el garbanzo, el maíz y el frijol.
Actualmente el área cívico religiosa se encuentra delimitada y está formada por montículos, plazas y patios, los que se distribuyen en terrazas naturales y artificiales, adaptándose a la topografía del terreno. El área habitacional está distribuida en los lomeríos pero se encuentra semidestruida por los cultivos actuales.
Para comprender el papel que el sitio jugó durante la época prehispánica se debe de considerar que se encuentra entre las regiones geográficas del centro y la montaña de Guerrero. Según lo expuesto por Miguel Covarrubias, en estas regiones existió un área cultural al que denominó como Mezcala. Para determinar la unidad cultural de esta área se ha tomando en cuenta el estilo peculiar de ciertos objetos de piedra. Paralelo al estilo Mezcala, en los municipios cercanos a los Tepoltzis, se observan una gran cantidad de objetos olmecas. El uso de materias primas locales para su fabricación y la abundancia de los objetos, permite suponer que su origen no es el intercambio o el comercio.
La cronología del sitio va del 200 (inició del periodo Clásico) al 1200 (Posclásico Temprano) aunque en el área tuvo una ocupación humana desde los años 1000 al 700 a. C. La zona arqueológica se ubica en la crestería de unos cerros al norte del poblado de Tixtla. En la época prehispánica se constituyó como un pequeño centro regional conformado de un área cívica ceremonial que tenía una plaza y una serie de plataformas circundantes. El área cívico religiosa tiene una extensión aproximada de 3000 m2 y está formada por seis montículos, cuatro plazas y dos patios.
Hoy, una de las fachadas de la estructura principal se puede observar, en ella se detalla arquitectura de los basamentos piramidales con muros de piedra careada y unas alfardas (elementos que flanquean la escalinata) con una pendiente muy inclinada, propia del Posclásico Temprano. El centro ceremonial estaba rodeado de la ocupación doméstica, donde vivía la población que conformaba este asentamiento, que se extendía por 16 hectáreas.
Al hallarse en una cima, es posible que el culto principal se realizara a las deidades de la lluvia, que de acuerdo a la cosmovisión prehispánica, vivían en la cumbre de los cerros, de hecho, actualmente el lugar sigue siendo sede de rituales para la petición de lluvia de algunas comunidades circundantes.
Actualmente el área cívico religiosa se encuentra delimitada y está formada por montículos, plazas y patios, los que se distribuyen en terrazas naturales y artificiales, adaptándose a la topografía del terreno. El área habitacional está distribuida en los lomeríos pero se encuentra semidestruida por los cultivos actuales.
Para comprender el papel que el sitio jugó durante la época prehispánica se debe de considerar que se encuentra entre las regiones geográficas del centro y la montaña de Guerrero. Según lo expuesto por Miguel Covarrubias, en estas regiones existió un área cultural al que denominó como Mezcala. Para determinar la unidad cultural de esta área se ha tomando en cuenta el estilo peculiar de ciertos objetos de piedra. Paralelo al estilo Mezcala, en los municipios cercanos a los Tepoltzis, se observan una gran cantidad de objetos olmecas. El uso de materias primas locales para su fabricación y la abundancia de los objetos, permite suponer que su origen no es el intercambio o el comercio.
La cronología del sitio va del 200 (inició del periodo Clásico) al 1200 (Posclásico Temprano) aunque en el área tuvo una ocupación humana desde los años 1000 al 700 a. C. La zona arqueológica se ubica en la crestería de unos cerros al norte del poblado de Tixtla. En la época prehispánica se constituyó como un pequeño centro regional conformado de un área cívica ceremonial que tenía una plaza y una serie de plataformas circundantes. El área cívico religiosa tiene una extensión aproximada de 3000 m2 y está formada por seis montículos, cuatro plazas y dos patios.
Hoy, una de las fachadas de la estructura principal se puede observar, en ella se detalla arquitectura de los basamentos piramidales con muros de piedra careada y unas alfardas (elementos que flanquean la escalinata) con una pendiente muy inclinada, propia del Posclásico Temprano. El centro ceremonial estaba rodeado de la ocupación doméstica, donde vivía la población que conformaba este asentamiento, que se extendía por 16 hectáreas.
Al hallarse en una cima, es posible que el culto principal se realizara a las deidades de la lluvia, que de acuerdo a la cosmovisión prehispánica, vivían en la cumbre de los cerros, de hecho, actualmente el lugar sigue siendo sede de rituales para la petición de lluvia de algunas comunidades circundantes.
Información práctica
Temporalmente cerrado
Entrada libre
Servicios
-
+52 (747) 471 7121
-
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Directorio
Jefe del Departamento de Protección y Resguardo de Bienes Culturales
Héctor Torres Calderón
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
+52 (747) 472 2604