
Instituciones de Fe, de la cátedra a la formación
Sala
Montejo eligió la sección oriente de la Plaza para la edificación de la iglesia mayor, de acuerdo con la tradición que marcaba que el templo mirase al poniente.
La bula de creación del obispado de Yucatán fue expedida el 19 de noviembre de 1561 por Pío IV, bajo la advocación de San Ildefonso, arzobispo de Toledo. Fue entonces cuando se otorgó la bula de creación catedralicia con fecha del 16 de diciembre de 1561. El asiento de la diócesis es el espacio desde donde el Obispo da la cátedra con la que guía a su grey.
A la llegada del primer obispo, la iglesia principal de Mérida consistía en un templo improvisado: “Por no estar acabada esta iglesia, se juntaban los españoles a misa y sermón y a los oficios divinos, en otra iglesia vieja, hecha de prestado, cubierta de paja, y ésta era entonces la catedral.
Catedral de Yucatán, el asiento de la diócesis
El costo de la fábrica de la catedral se repartió en tercias entre la real hacienda, los encomenderos y los indios, pero estos últimos fueron quienes aportaron más al proveer la mano de obra y el material. Reza la inscripción de la cúpula: “Reinando en las Españas e Indias Orientales y Occidentales la majestad del rey Felipe II y siendo gobernador y capitán general en su lugar teniente de estas provincias don Diego Fernández de Velazco se acabó esta obra. Fue maestro mayor de ella Juan Miguel de Agüero, año de 1598.”
El Seminario Conciliar por un clero ilustrado
Consolidar al clero secular requería de un centro de formación sacerdotal. El obispo Fray Buenaventura Martinez de Tejada comenzó la construcción del Seminario Conciliar. Para ello cedió los jardines y patios del Palacio Episcopal. El seminario se fundó por decreto del rey Fernando VI, con fecha 24 de marzo de 1751.
Las aulas se convirtieron en semillero de las juventudes liberales a finales del siglo XVIII. De sus aulas surgieron personajes como Lorenzo de Zavala y Andrés Quintana Roo. Cerró sus puertas tras la restauración de la república en 1867 en cumplimiento de las Leyes de Reforma.
Crescencio Carrillo y Ancona (1837-1897)
Distinguido historiador y obispo. Trabajó durante la década de 1890, para convertir la diócesis en arquidiócesis. Fue hasta 1906, cuando se realizó la elevación. Interesado en la historia, reunió una colección de piezas que formaron el primer Museo Yucateco.
