Durante la época virreinal, Teposcolula fue la zona comercial más importante de la región mixteca. Aquí llegaban productos extranjeros como objetos de oro, telas y piedras preciosas; se producían textiles de seda y se cultivaba grana cochinilla.
San Pedro y San Pablo Teposcolula
El poblado de San Pedro y San Pablo Teposcolula, en el estado de Oaxaca, tiene sus antecedentes en el periodo Posclásico mesoamericano y estuvo habitado por una comunidad anahuaca-mixteca llamada Chochón. Su nombre original era Teposcololan, que proviene de las voces náhuatl tepoztli, “cobre”, colotl, “torcedura” y la variante tla, “junto o entre”, y significa “junto a la torcedura del cobre”.
Con la llegada de los españoles, Teposcolula se fundó en el valle del mismo nombre, congregando a los indígenas en torno a una misión dominica. La traza del asentamiento se efectuó según las ordenanzas de Carlos V y, a partir del 25 de febrero de 1560, quedó bajo las órdenes directas de la Corona Real, por medio de la Cédula dictada por el virrey Antonio de Mendoza. Para 1561, Teposcolula se convirtió en un punto determinante en el proceso de evangelización, ya que se constituyó en la sede del Consejo Provincial.
San Pedro y San Pablo Teposcolula representa uno de los más notables ejemplos urbanos en México, gracias a sus distintivas expresiones en los monumentos arquitectónicos y en los espacios circundantes. Por esta razón, el 11 de agosto de 1986 la ciudad fue declarada Zona de Monumentos Históricos; abarca un área de 0.45 km2 e incluyen 39 manzanas que comprenden edificios y plazas de gran valor histórico, construidos entre los siglos XVI y XIX. Tres de estos inmuebles fueron destinados en alguna época al culto religioso, entre ellos destaca el Conjunto conventual de San Pedro y San Pablo, el cual incluye la Capilla de Santa Gertrudis, la Capilla de Nuestra Señora de la Luz, la Capilla del panteón y la ermita.
Otros edificios fueron utilizados para fines educativos y servicios asistenciales, así como para el uso de las autoridades civiles y militares; como las antiguas Casas Consistoriales, hoy Casa del pueblo, y el Palacio municipal. Esta Zona de Monumentos Históricos también se caracteriza por las cuatro plazas que en ella se encuentran: la Principal, la de los Arvea, la de los Odriozola y la de los Pérez.
Entre las obras de servicio público destaca el sistema de abastecimiento de agua que se integra con la caja de agua, los ductos de piedra y las llamadas alcantarillas. Los edificios restantes son inmuebles civiles de uso particular que denotan, a través de sus elementos y espacios, los estilos barroco y neoclásico con una fuerte caracterización indígena, matizados por el empleo de materiales de la región y su peculiar ornamentación.
Actualmente la zona conserva la traza original, si bien parte de la población se asienta en las laderas de los cerros del Fortín y el Tandaa.



Palacio Municipal
Inmueble del siglo XIX. Sobre el reloj hay una inscripción en relieve "Ayuntamiento de 1929".

Capilla del Panteón
Inmueble del siglo XVI de una nave construida con piedra y acabados de cantería.
Capilla abierta
Inmueble religioso del siglo XVI. Esta capilla permitía reunir en el atrio a la gran cantidad de personas que se reunían para escuchar la ceremonia. Ésta es la más grande de todo el país, con 15 m de alto, 43 de largo y 11 de fondo, con una bóveda nervada y planta hexagonal.

Templo y Antiguo Convento de San Pedro y San Pablo Teposcolula
Inmueble religioso del siglo XVI construido por los dominicos que llegaron de Yaanhuitlán.
Coordinación Nacional de Monumentos Históricos
La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia ...