
La Sociedad del Ateneo Peninsular
Sala
Creación y liberación
Desde finales del siglo XVIII se comenzó a gestar en Yucatán el liberalismo. Más tarde estos “sanjuanistas”, por reunirse en la iglesia de San Juan, se convirtieron en los principales funcionarios del Ayuntamiento surgido de la Constitución de Cádiz de 1812, carta magna expedida durante la invasión francesa a España que devino en la ausencia del rey Fernando VII.
Con el triunfo del proyecto liberal mexicano, tras la derrota del Segundo Imperio, se formaron en todo el país agrupaciones liberales con el nombre de “Ateneo” que evocaban al conocimiento griego. Con la llegada de Salvador Alvarado al gobierno yucateco surgió un nuevo Ateneo Peninsular que tenía por objetivo el desarrollo de ideas liberales y revolucionarias de la ciencia y el arte en oposición a las posturas clericales.
Sociedad Ateneo Peninsular. El inicio de operaciones
Las actividades de la Sociedad del Ateneo Peninsular fueron suntuosamente inauguradas en los primeros días de enero de 1916 con tres días de fiestas que incluyeron una velada literaria en el Teatro Peón Contreras y fiestas deportivas en Paseo de Montejo. El mejoramiento no debía de ser solamente intelectual sino también físico.
Al ser un proyecto nacido de Alvarado, la Sociedad solo consiguió apoyo monetario durante su gobierno, y al dejar éste el cargo en los últimos días de 1917, poco después desapareció.
Construcción del Ateneo, triunfo revolucionario
El Ateneo Peninsular y el Pasaje de la Revolución es un conjunto que materializa, en el espacio público, el triunfo de la Revolución Constitucionalista. Habiendo derrotado a las tropas sublevadas en Halachó y Blanca Flor, los constitucionalistas entraron a Mérida el 19 de marzo de 1915.
El edificio del entonces ya Palacio Arzobispal, fue incautado en junio de 1915 junto con los colegios católicos y templos de la ciudad.
El arzobispo Martín Tritschler, se encontraba en Cuba, alarmado por los efectos del constitucionalismo sobre el interés de la iglesia y detención de sacerdotes.
Manuel Amabilis y el Ateneo Peninsular (1884-1966)
El diseño neoclásico que sustituiría al Palacio Episcopal, el Ateneo Peninsular, fue realizado por este yucateco egresado de la Escuela de Arquitectura de París. Estuvo a cargo de la obra hasta finales de 1916, dejando cimentados los elementos formales del edificio.
Giacomo Piccone y el Pasaje de la Revolución (1860-1924)
Al demoler las capillas que unían el Palacio con la Catedral, se representó materialmente el rompimiento con el dominio ideológico del clero. El diseño del “Pasaje de la Revolución” fue realizado por el arquitecto italiano Giacommo Piccone. La inauguración del conjunto se llevó a cabo el 1 de mayo de 1918.
