Mandada construir en 1787 por Joaquín Alcalde y Amatraín, minero y comerciante de la Nueva Vizcaya para establecer una tienda y una morada para su estancia en Durango. Por ello tiene pocas habitaciones y el area frontal está destinada para una tienda y bodega. A mediados del siglo XIX, se destinó únicamente para uso habitacional. En 1872 adoptó el nombre de "La Principal" como propiedad del gobernador Juan Hernández y Marín. En 1934 se adaptó como escuela e imprenta hasta que en 1984 el Gobierno del Estado la restauró para el servicio público.