Esta sección árida y peligrosa de El Camino Real se extiende a lo largo de 144.841 kilómetros (90 millas) de desierto donde, en 1670, el comerciante alemán Bernardo Gruber murió de exposición después de escapar de una prisión de Sandia Pueblo. Gruber había sido acusado de practicar brujería por la Oficina de la Santa Inquisición, pero se enfrentaba a su juicio final al intentar cruzar el desierto. Supuestamente se encontraron los restos en descomposición de Gruber y su caballo justo al otro lado de la escarpa en el punto más al norte de Yost Draw, en un sitio ahora conocido como La Cruz del Alemán. El incidente supuestamente inspiró el siniestro nombre de la Jornada del Muerto.
Yost Draw
Es una de las secciones más áridas y peligrosas, pero también emocionantes y pintorescas de El Camino Real, que cruza más de 144 kilómetros del desierto. Se creó esta ruta como un atajo que reducía los días de viaje, evitando el trayecto más difícil del Río Grande; sin embargo, es el tramo más largo sin agua, leña o forraje, bajo un calor sofocante.
A pesar de esos riesgos, la Jornada del Muerto fue una vía principal de comercio y transporte entre México y Nuevo México, ya que, antes de la llegada del ferrocarril, era el único camino para transportar cargas pesadas.
Actualmente, es una de las partes mejor conservadas del sendero; sus sendas, vegetación y profundos arroyos permanecen claramente definidos. Además, a lo largo del trayecto se han instalado exhibiciones interpretativas bilingües.
En medio de las impresionantes vistas panorámicas que ofrece la pendiente, se encuentra el Spaceport America, el nuevo centro de viajes espaciales comerciales.
