Está ubicado en el extremo poniente de Izapa, en la parte más alejada del río, y es resultado de una larga progresión en la actividad escultórica y constructiva. Lo conforman los edificios 55, 56, 57, 58 y 59. Todos los monumentos deben haber estado en uso de manera simultánea, tal como se encuentran actualmente, aunque se sabe que fueron esculpidos a lo largo de muchos años.