Un rasgo distintivo de El Cóporo es la arquitectura de tierra como parte de su sistema constructivo. De ella hay vestigios en los muros de las estructuras —elaborados con adobe— y en los aplanados que decoraban éstos con colores vistosos.
Ejemplo de lo anterior es el Salón del Ocaso, cuyo nombre responde a los colores de sus pisos y muros, los cuales van desde el rojo hasta el naranja, imitando el color del sol al ocultarse. Para las estructuras se recurrió a un terrado (cubierta de un edificio) con más de 40 cm de grosor.
Otro de los materiales empleados es la roca conocida como riolita, la cual fue obtenida por los pobladores de su propio entorno.