El sitio monumental de Atzompa cuenta con dos unidades habitacionales cuyas características y elementos arquitectónicos nos permiten distinguir la posición social de sus habitantes.
La Casa de Oriente está formada por 18 cuartos de adobe y un patio central. Este conjunto cuenta con un área destinada probablemente al servicio, la cual se comunica con la residencia principal por medio de un pasillo estucado. La característica sobresaliente de esta unidad es que tiene un juego de pelota al sur (el tercero del sitio arqueológico). Las dimensiones de los espacios arquitectónicos y la decoración nos indican que sus pobladores eran de alto estatus, mientras los aposentos para albergar a la servidumbre son de menor tamaño.
La Casa de Altares, ubicada en la Plaza B, posee un total de 18 cuartos. El patio central, decorado en su fachada interior, muestra cornisas de doble escapulario que a su vez enmarcan grecas con características de Cocijo, deidad zapoteca relacionada con el agua.
Para acceder a esta unidad habitacional era necesario transitar por el edificio 8, lo que permite deducir que el paso estaba restringido. Una característica de la Casa de los Altares es que está relacionada con la actividad económica de la alfarería, pues a un costado del conjunto se ubica un horno. Al igual que la Casa de Oriente, su acceso al interior es una entrada lateral “ciega”, que en este caso mide 90 cm de ancho.
Ambos complejos arquitectónicos fueron diseñados para reafirmar la condición social de sus habitantes.