Totometla, cuyo nombre significa “La magueyera de pájaros”, fue habitado por una familia extensa de linaje sacerdotal, de manera que constituye un barrio de alta jerarquía el cual fue utilizado por el Estado teotihuacano como un medio de control ideológico de la población por ellos los poseedores del conocimiento especializado.
Los espacios donde se representan las pinturas murales determinan la función de este conjunto: edificios destinados a la especialización ideológica y política por medio de sacerdotes encargados de cultos determinados, como la fertilidad, la lluvia y los cerros, los cuales se pueden inferir por la iconografía que muestra tlaloques, caracoles cortados de manera transversal y pares de aves inmaduras y otras ya adultas, símbolos del poder político o el calendario.