Xcaret ha sido identificado por varios autores como el puerto prehispánico y colonial de Polé al que hacen mención las fuentes históricas. En 1926 se dio a conocer tras la expedición llevada a cabo por Herbert Spinden y Gregory Mason. Los grupos de edificios más importantes del sitio se distribuyen a lo largo de la costa, y están separados del mar por una muralla que, más que defensiva, parece haber restringido el acceso desde el mar hacia los grupos ceremoniales. La zona habitacional está constituida por pequeñas plataformas, cuartos y un sistema de albarradas —muros bajos de piedras que delimitan unidades habitacionales y tierras de cultivo—, que de forma continua se extienden prácticamente a todo lo largo de la costa y varios kilómetros tierra adentro.

Entre los elementos naturales aprovechables hay una serie de cenotes que proporcionaban agua fresca, así como rejoyadas, que son hundimientos del terreno donde el suelo es de mayor espesor y proveían un lugar inmejorable para algunos cultivos. Varias de estas rejoyadas tienen sascaberas prehispánicas (minas de las que se extraía el material calizo para la construcción), y otras son simplemente cuevas utilizadas en ocasiones como lugares rituales asociados a la petición de lluvia e incluso como lugar de enterramientos.

La relevancia del antiguo Polé, hoy Xcaret, determinó su posición en tierra firme frente a la isla de Cozumel, pues lo convirtió en uno de los principales puertos de embarco y desembarco hacia y desde la isla, que fue sumamente importante en términos comerciales y religiosos. Cozumel tenía un famoso santuario a la diosa Ixchel, hacia donde peregrinos de Yucatán, Tabasco, Xicalango y Champotón se dirigían al embarcarse en Polé. Este hecho seguramente hizo que como lugar de tránsito Polé también tuviese importancia comercialmente, ya que se encontraba dentro de la ruta de cabotaje que circundaba la península de Yucatán hasta Honduras. Por otra parte, documentos del siglo XVI consignan el paso del Adelantado Montejo por Polé en 1528, y de su sobrino en 1543. Otros documentos históricos entre 1549 y 1582 hablan de Polé y ésta aparece en varios mapas entre 1766 y 1878, situándolo poco más o menos donde hoy se encuentra Xcaret. La asociación de Xcaret con Polé se refuerza con la existencia de una pequeña iglesia en el sitio, de la que aún se desconoce la fecha exacta de construcción.

Cronológicamente, Xcaret se remonta al Preclásico Tardío, es decir, a los primeros años de la era cristiana, cuando sus habitantes vivían cerca de la orilla del mar y se dedicaban principalmente a la pesca y la agricultura agrupados en pequeñas comunidades. Para el periodo Clásico (200-900) las comunidades costeras, entre ellas Xcaret, alcanzaron un grado mayor de desarrollo social y económico, así como una expresión religiosa más elaborada. Esto se observa en la arquitectura, los ritos mortuorios, la cerámica y en general en sus todas sus manifestaciones artísticas. En cuanto a la cerámica, existe una tradición cerámica relacionada con el norte de Yucatán y Belice y otra local relacionada íntimamente con Cozumel.

En el Posclásico (900-1520) hubo un incremento poblacional y un apogeo económico. Los asentamientos de la costa alcanzan su auge y surge un estilo arquitectónico uniforme, propio de la costa, conocido como “estilo costa oriental”. Son edificios que tienden a la horizontalidad, se desplantan sobre pequeñas plataformas o grandes basamentos, y tienen dinteles remetidos o molduras que a veces delimitan frisos con diseños geométricos como decoración. Es común el uso de columnas y pintura mural. En general, la mampostería no es de buena calidad, la piedra era apenas careada (pulida) y dicha deficiencia era solucionada con una gruesa cubierta de estuco que después se policromaba.