Cuarenta Casas
Su nombre, acuñado por el conquistador Álvar Núñez Cabeza de Vaca en el siglo XVI, alude a un número indeterminado de antiguas viviendas construidas en abrigos rocosos.
En este sitio arqueológico de Aridamérica, con ocho siglos de antigüedad, los primeros agricultores aprovecharon las cavernas para sus construcciones. Escalones, paredes de adobe, techos de palma tejida, figuras estilizadas de animales y viguerías de pino se integran al maravilloso paisaje.
Sobre la zona
Los abrigos y cavernas en las entrañas de la tierra, formadas por la erosión pluvial, han servido de refugio a diversas generaciones de hombres, desde el principio de su historia en el continente americano. Una de las más significativas ocupaciones en la región, conocida con el nombre de Cuarenta Casas se remonta a los tiempos arqueológicos del noroeste de México, hace cerca de 800 años, cuando en esta región era el señorío de Paquimé quien dictaba los elementos de la cultura material que caracterizan a lo que los arqueólogos más tarde llamaron la cultura Casas Grandes.
Sin embargo, Cuarenta Casas, producto de la casualidad, alcanzó un reconocimiento histórico por méritos propios. El primero se encuentra certificado en el libro “Naufragios” de Albar Núñez Cabeza de Vaca, escrito en 1526. También Carl Lumholtz visitó la región en 1890 y la describe en su famoso libro El México desconocido. En la segunda mitad del siglo XX fue explorada por el arqueólogo estadounidense Robert Lister, quién buscaba vínculos entre los pueblos mesoamericanos y los del suroeste americano.
La zona arqueológica de Cuarenta Casas está integrada por varios conjuntos o unidades arqueológicas de las cuales las que se encuentran habilitadas y abiertas al público son: la Cueva de la Ventana, la Cueva del Puente, la Cueva del Gato y la Cueva de las Ratas. La Cueva de las Ventanas es donde se registra el mayor número de construcciones, en la que se ha podido trabajar intensamente y la mejor adaptada para la visita.
Cuarenta Casas fue declarada oficialmente como zona de monumentos arqueológicos en enero de 2002.
El sitio está integrado por 19 cuevas conocidas como estructuras habitacionales, entre éstas destaca la Cueva de las Ventanas por sus dimensiones, su posición estratégica y por ser la que presenta el mayor complejo arquitectónico.
La técnica constructiva parte de la realización de colados sucesivos de tierra en forma ascendente hasta conseguir la altura deseada (tapias). Algunos paramentos en los pisos superiores cuentan con una estructura o armado en su interior realizado con varas y paja (barbareque). La constitución del adobe en las estructuras, en cuanto a sus minerales arcillosos, pone en evidencia la procedencia local. El adobe fue ocasionalmente enriquecido con grava gruesa y pequeñas piedras así como con elementos vegetales, como hojas y fibras diversas, para reforzar su estructura. Las puertas presentan forma de “T” y son de pequeñas dimensiones con la altura promedio de un metro. Se hizo uso de pequeñas ventanas entre los diferentes recintos y hacia el exterior para facilitar la circulación del aire.
También puede observarse la presencia de fogones de piedra y barro, modelados sobre el piso inferior de varios recintos y con forma predominantemente oval y rectangular, así como graneros o silos de grandes dimensiones y con forma de olla (elementos hoy muy degradados).
Sin embargo, Cuarenta Casas, producto de la casualidad, alcanzó un reconocimiento histórico por méritos propios. El primero se encuentra certificado en el libro “Naufragios” de Albar Núñez Cabeza de Vaca, escrito en 1526. También Carl Lumholtz visitó la región en 1890 y la describe en su famoso libro El México desconocido. En la segunda mitad del siglo XX fue explorada por el arqueólogo estadounidense Robert Lister, quién buscaba vínculos entre los pueblos mesoamericanos y los del suroeste americano.
La zona arqueológica de Cuarenta Casas está integrada por varios conjuntos o unidades arqueológicas de las cuales las que se encuentran habilitadas y abiertas al público son: la Cueva de la Ventana, la Cueva del Puente, la Cueva del Gato y la Cueva de las Ratas. La Cueva de las Ventanas es donde se registra el mayor número de construcciones, en la que se ha podido trabajar intensamente y la mejor adaptada para la visita.
Cuarenta Casas fue declarada oficialmente como zona de monumentos arqueológicos en enero de 2002.
El sitio está integrado por 19 cuevas conocidas como estructuras habitacionales, entre éstas destaca la Cueva de las Ventanas por sus dimensiones, su posición estratégica y por ser la que presenta el mayor complejo arquitectónico.
La técnica constructiva parte de la realización de colados sucesivos de tierra en forma ascendente hasta conseguir la altura deseada (tapias). Algunos paramentos en los pisos superiores cuentan con una estructura o armado en su interior realizado con varas y paja (barbareque). La constitución del adobe en las estructuras, en cuanto a sus minerales arcillosos, pone en evidencia la procedencia local. El adobe fue ocasionalmente enriquecido con grava gruesa y pequeñas piedras así como con elementos vegetales, como hojas y fibras diversas, para reforzar su estructura. Las puertas presentan forma de “T” y son de pequeñas dimensiones con la altura promedio de un metro. Se hizo uso de pequeñas ventanas entre los diferentes recintos y hacia el exterior para facilitar la circulación del aire.
También puede observarse la presencia de fogones de piedra y barro, modelados sobre el piso inferior de varios recintos y con forma predominantemente oval y rectangular, así como graneros o silos de grandes dimensiones y con forma de olla (elementos hoy muy degradados).
Sabías que...
- Los vestigios arqueológicos de Cuarenta Casas se admiran en conjunto con las montañas, el cañón y las cuevas.
Información práctica
Martes a domingo de 10:00 a 16:00 hrs. Último acceso 14 hrs.
Entrada libre
Se localiza a 320 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua, hacia Ciudad Madera y la Mesa del Huracán.
Desde la ciudad de Chihuahua, tomar la carretera de cuota núm. 16 rumbo a Ciudad Madera y continuar por la carretera con dirección a Mesa de Huracán. La entrada al sitio se encuentra a 42 km.
Servicios
-
+52 (614) 410 3948
Directorio
Responsable de Zonas Arqueológicas abiertas al público del Centro INAH Chihuahua
Francisco Zuñiga López
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+52 (614) 410 3948, ext. 178040