Pieza
La Lucha Contra la Guerra y el Terror
Guston, Philip, Reuben Kadish y Langsner, Jules
1934-1935
El mural La Inquisición fue elaborado con la técnica al fresco por los artistas estadounidenses Philip Guston (1913-1980) y Reuben Kadish (1913-1992), a petición del mexicano José Clemente Orozco y bajo el auspicio de la Universidad Michoacana de San Nicolás, entre 1934 y 1935. Lo más probable es que Guston haya inventado y solucionado plásticamente la obra, pues Kadish era escultor de manera fundamental, por lo que piensa que sólo participó como ayudante.
Guston fue uno de los jóvenes artistas que, al igual que los pintores Jackson Pollock y Ben Shahn, admiraron el trabajo de los muralistas mexicanos y colaboraron al lado de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera en Estados Unidos durante el periodo de entreguerras.
Este mural se realizó en el momento que México se debatía entre los ideales del gobierno cardenista y el catolicismo acendrado. En el contexto europeo, el ascenso del comunismo, fascismo, nazismo y, en Estado Unidos, el racismo radical promovido por algunos grupos, influyeron al artista. De allí su título y la fuerza de la composición, dividida en dos niveles verticales. Dos figuras en especial unen el nivel de arriba con el de abajo: se trata de verdugos vestidos de blanco y encapuchados a la usanza de Ku Klux Klan.
El resto de la composición lo ocupan cuerpos desnudos en escorzo con las manos atadas a la espalda, castigados y vejados por el peso de la superstición y la represión.
La protesta y la crítica que generó entre el sector católico moreliano provocó que fuera cubierto por más de tres décadas. Ahora es posible apreciarlo en su totalidad, como legado de uno de los artistas internacionales más representativos de la segunda mitad del siglo XX.
Guston fue uno de los jóvenes artistas que, al igual que los pintores Jackson Pollock y Ben Shahn, admiraron el trabajo de los muralistas mexicanos y colaboraron al lado de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera en Estados Unidos durante el periodo de entreguerras.
Este mural se realizó en el momento que México se debatía entre los ideales del gobierno cardenista y el catolicismo acendrado. En el contexto europeo, el ascenso del comunismo, fascismo, nazismo y, en Estado Unidos, el racismo radical promovido por algunos grupos, influyeron al artista. De allí su título y la fuerza de la composición, dividida en dos niveles verticales. Dos figuras en especial unen el nivel de arriba con el de abajo: se trata de verdugos vestidos de blanco y encapuchados a la usanza de Ku Klux Klan.
El resto de la composición lo ocupan cuerpos desnudos en escorzo con las manos atadas a la espalda, castigados y vejados por el peso de la superstición y la represión.
La protesta y la crítica que generó entre el sector católico moreliano provocó que fuera cubierto por más de tres décadas. Ahora es posible apreciarlo en su totalidad, como legado de uno de los artistas internacionales más representativos de la segunda mitad del siglo XX.