Después de comer el cordero de la Pascua, Jesús mandó a sus discípulos que abandonaran sus asientos. El mismo abandonó el suyo, se despojó de su vestidura exterior para ceñir una toalla y ponerse traje de sirviente; después echó agua en una bacía y lavó los pies de sus discípulos. Esta ceremonia era llevada a cabo por los judíos generalmente antes de la cena. No obstante, Jesús quiso instituirla con sus apóstoles como ceremonia sagrada antes de que sus convidados participaran en el alimento divino. De esta forma los instruyó en la pureza con que debían recibir su Cuerpo y su Sangre en la Eucaristía.
Miguel Cabrera plasmó el momento en que Jesús se despoja de la túnica, ayudado por san Juan, mientras que otro de los apóstoles le presenta un paño blanco que recuerda la toalla que se ciñe. Dos sirvientes de la casa de Juan Marcos, donde se lleva a cabo la Pascua, llevan la jarra con agua y la bacía. (1)
Obra consignada por Pablo C. De Gante. (2)
La obra forma parte de la serie que decora la sacristía de la iglesia de San Francisco Javier en Tepotzotlán.
(1) Fernando de Valverde, Vida de Jesuchristo..., pp. 171-173.
(2) Pablo C. de Gante, Tepotzotlán, su historia y sus tesoros artísticos, pp. 185-186.