El artista dispuso el tema de los ángeles en recuadros enmarcados con madera dorada. Los ángeles llevan una breve túnica enredada en su cuerpo desnudo, en cada caso de diferente color: amarillo, verde, rojo y azul. Cada uno está rodeado de flores a la vez que sostiene un ramillete; entre las flores sobresalen los lirios y las rosas blancas de la pureza, las rosas rojas del amor y los lirios morados relacionados con la Pasión de Cristo. Todos estos elementos vegetales recuerdan a la devoción de la Virgen.
Este conjunto de cinco fragmentos decoraba originalmente el vano de acceso a la Capilla de Loreto de la iglesia de san Francisco Javier en Tepotzotlán.