Rafael, cuyo nombre significa "el remedio de Dios", es considerado el jefe de los ángeles custodios del género humano. Es nombrado en el Antiguo Testamento como el compañero del joven Tobías en su viaje a Gabael, en Media (Tobías V, 5).
Sus atributos están relacionados con este viaje y los percances de Tobías en el mismo, y son el bordón con el guaje para el agua, y la esclavina con las conchas, símbolo de los peregrinos. En la mano derecha sostiene el pescado que recuerda el pasaje bíblico siguiente: "Siguieron los caminantes su viaje y llegaron al atardecer a las orillas del río Tigris... y salió del río un pez que quería devorarle. Pero el ángel le dijo: agárralo. Capturólo el ángel y lo sacó a tierra" (Tobías VI 1-3).
Obra integrada al retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe de la Capilla Doméstica del Colegio Jesuita de Tepotzotlán.