Los evangelistas hablan del momento de la muerte de Cristo, pero solamente san Juan en su Evangelio menciona su presencia y la de la Virgen al pie de la cruz, quienes serán los dos personajes más importantes y constantes de este momento de la Pasión.
Levantada la cruz en el monte Calvario, los soldados repartieron las vestiduras de Cristo. "Estaban junto a la cruz de Jesús, su madre y la hermana de su madre... Jesús viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba ahí, dijo a la madre: Mujer, eh ahí a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa." (San Juan, XIX, 25-30).
Este tipo de cruz fue muy frecuente en la Nueva España. Se utilizaron ya fuera para colgar o para colocarlas sobre una base, rodeadas de los diferentes personajes señalados por los evangelistas, como acompañantes de Jesús durante su Pasión.