Destaca este retrato la presencia de dos relojes cerca del personaje, uno de bolsillo otro de mesa. Hacen alusión probablemente a la importancia del mundo temporal y científico que permeó el siglo XVIII novohispano con la influencia de las ideas de la Ilustración. La representación de dos relojes en la pintura novohispana es más frecuente a partir del último tercio del siglo XVIII, pero casi siempre formando parte del atuendo.
En este óleo está representado un joven ilustrado de buena posición. Aparece de cuerpo completo; viste una casaca brocada en colores azul y rojo, pantalón negro, medias blancas, zapatos negros y peluca blanca, con la cual era indispensable presentarse en las ceremonias, fundamentalmente cortesanas. (1) En la mano izquierda sostiene un bastón con una cinta, y en la derecha, un reloj de bolsillo. En el costado derecho se encuentra una mesa sobre la cual descansa el segundo reloj, de estilo rococó, marcando las 4:36 horas aproximadamente. También se aprecia un tintero, plumas y papel. En la parte inferior, la obra parece haber sido restaurada para agregar o cambiar un pedazo de tela deteriorado donde es muy posible que hubiera una cartela con algunos datos del personaje representado.
(1) Abelardo Carrillo y Gariel, El traje en la Nueva España, p. 156.