El padre romano Mucio Vittelleschi fue general de la Compañía de Jesús, elegido para suceder al padre Acquaviva en la VII Congregación General, en noviembre de 1615; contaba entonces con 50 años de edad. Su gobierno paternal fue secundado por la constante estima de los cuatro Papas que se sucedieron durante aquel largo periodo: Paulo V, quien le concedió una nueva Constitución para salvaguardar más la pobreza y prevenir la ambición a las dignidades; Gregorio XV, que terminó con la canonización de los santos Ignacio de Loyola y Francisco Javier (1622), dejando la promulgación de la bula a su sucesor Urbano VIII, quien condecoró con un jubileo la fiesta del centésimo aniversario de la fundación de la orden, en 1640, y finalmente Inocencio X, en los comienzos de su pontificado.
Durante el generalato del padre Vittelleschi continuó la Compañía su pujante desarrollo. En 1640, fecha del centenario de la orden, el total de colegios y seminarios sumaba 90. En este tiempo las misiones en el interior de España se expandieron gracias al celo del padre Jerónimo López (1604-1658), quien durante más de 40 años recorrió la península. El largo y tranquilo gobierno de 29 años del padre Vittelleschi terminaba con su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1645.
Enciclopedia universal ilustrada (1967), t. 28, pp. 2729-2730.
Arnold Van Westerhout y Niccolao Galeotti, Imagenes praepositorum generalium Societatis Jesu, (1758), s/p.