Hijo del capitán Agustín de Iglesias Cotillo y de Ana Cristina Pablo Fernández, a los 16 años ingresó a la orden carmelita de México, donde hizo su profesión el 14 de julio de 1754.
En esta obra se muestra a Francisco de Santa Ana en el momento de su profesión, coronado en símbolo del regocijo de su nuevo compromiso, el reloj de arena y el cráneo recuerdan la fugacidad de la vida temporal, pero además el cráneo es símbolo de meditación; a su lado se encuentra la imagen de la Inmaculada Concepción, ya que los frailes realizan sus desposorios místicos con la Virgen. (1)
Obra citada por Jesús Romero Flores; procede del Museo Nacional de Historia. (2)
(1) Graciela Romandía de Cantú, et al., Monjas coronadas, pp.18-42.
(2) Jesús Romero Flores, Iconografía colonial, p. 185.