El doctor don Juan G. de Quintana, como indica la cartela que forma parte de la obra, fue abogado, vicedirector de la archicofradía del Corazón de María, vicepresidente del consejo diocesano de la obra de la Santa Infancia, examinador sinodal canónigo y encargado de la doctoral de Guadalupe, postulado para los obispados de Monterrey y de San Luis y obispo electo de Chiapas a los 40 años de edad.
En esta pintura aparece sentado en un sillón; viste un hábito negro y lleva una capa de la que sólo se observa el cordón en seda negra anudada al frente; de los puños asoma un ancho encaje blanco anudado con un botón en color café, destaca un anillo episcopal en forma de flor con seis piedras redondas montadas en oro que porta en el dedo meñique de la mano izquierda, representa la unión mística con la iglesia, que los obispos debían cuidar de no quebrantar. En el lado izquierdo de la pintura reposa sobre una mesa una mitra en seda damasquina blanca rebordeada en hilo de oro, en alusión a su cargo de obispo, a su lado puede observarse un bonete y un pergamino desenrollado, con la cartela que narra sus principales cargos.