Realizó sus estudios dentro de la orden franciscana. Fue nombrado predicador general de número y provincial de San Miguel, así como padre de las provincias de Andalucía y los Ángeles. Desempeñó el cargo de comisario general de Indias e inquisidor de la Suprema y Santa Inquisición de México, y más tarde, el de arcediano mayor de Valencia y arzobispo de Tarsalia. Fue asimismo confesor de Carlos IV, rey de España.
En este cuadro de forma rectangular aparece el retrato de cuerpo entero del personaje con indumentaria eclesiástica; bajo la sobrepelliz se observa el cordón distintivo de la orden franciscana. Dentro de la composición se distinguen una mitra y un báculo que hacen alusión a las funciones de Moya como arzobispo.
Jesús Romero Flores, Iconografía colonial, p. 145.