Nacido en Sevilla, realizó sus estudios en el colegio del Sacro Monte de Granada. Después de obtener el título de abogado, desde el año de 1771 desempeñó los cargos de abogado de los reales consejos; fue miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y Madrid. Comisionado por el rey sobre pósitos propios y arbitrios en varios pueblos de la Andalucía Baja. Posteriormente fue nombrado oidor de la Audiencia de Manila, de donde fue promovido a la de México, ascendiendo desde el puesto de alcalde, juez de alzadas del cuerpo de minería, presidente de la Junta de Memorias Históricas y Antigüedades de la Nueva España, oidor decano de la Real Audiencia, juez visitador del Real Colegio de San Ildefonso, juez conservador del Real Colegio de San Gregorio, director de la Academia de Jurisprudencia Práctica, hasta el decanato. Gracias a su labor, fue condecorado con la cruz de la orden de Carlos III, en el Supremo Consejo de Indias; también se desempeñó como intendente de guerra del ejército, así como real intendente; fue llamado a España a ocupar un puesto en el Consejo Supremo y en la Cámara de España e Indias; finalmente ocupó un importante puesto en el Supremo Consejo de Justicia. Entre su abundante obra literaria se encuentra: "Discurso inaugural en la apertura de la Real Academia de Jurisprudencia Práctica de México, demostración de la bondad de los naturales de Filipinas, de los males que sufren, y de los medios de lograr la prosperidad de aquellos dominios, Ordenanzas para el pósito, para la renta del tabaco, para la renta del vino, y para el lazareto de Manila", y una disertación sobre los principios del derecho, presentada en la Real Academia de Bellas Letras de Sevilla, entre otras obras mencionadas en sus Memorias, impresas en 1773. (1)

Obra consignada por Jesús Romero Flores. (2)

(1) José Mariano Beristáin y Souza, Biblioteca hispanoamericana septentrional, t. II, pp. 60-61.

(2) Jesús Romero Flores, Iconografía colonial, p. 101.