Fue hija del emperador Fernando III y de María Ana de Austria. Por su casamiento con Felipe IV se convirtió en reina de España, y a la muerte de Felipe III se encargó de la tutela de su hijo Carlos II, proclamado rey desde corta edad. Ejerció una importante influencia sobre su hijo, sin embargo, su periodo de reinado ha sido considerado como uno de los más infaustos en la historia de España.
En esta obra, Mariana de Austria (1634-1696) aparece representada de busto, con la mirada hacia el espectador; viste toca blanca y velo negro de religiosa. La firma del pintor puede observarse en el ángulo inferior derecho.
Este óleo es una copia del retrato que Carreño de Miranda realizó sobre la reina. (1)
(1) Rogelio Ruiz Gomar, Catálogo Monjas coronadas, p. 44.