Cuadro en forma rectangular donde se observa la cara de una religiosa capuchina enmarcada con toca blanca y velo negro.
El rostro corresponde al de una mujer de mediana edad. Lleva los ojos cerrados, muestra de humildad de las religiosas capuchinas. El nombre de la religiosa aparece mencionado en una inscripción mecanografiada sobre un papel pegado en la parte posterior del cuadro. En el libro Retratos de monjas, aparece por primera vez mencionada con dicho nombre; asimismo, se dice que profesó en el convento de Santa Clara, en Querétaro.
Josefina Muriel y Manuel Romero de Terreros, Retratos de monjas, ilustración no. 47.