Pintura de forma rectangular que retrata de medio cuerpo a la madre Agustina de Santa Teresa, de la orden de las concepcionistas, viste el hábito propio de su orden, lleva sobre el pecho un escudo ovalado con la imagen de la Inmaculada Concepción, y sobre el hombro derecho un pequeño medallón circular, donde se repite el mismo tema que en el escudo. La religiosa sostiene en su mano derecha un pequeño libro con tapas en negro.
En el siglo XVI se fundaron en la Nueva España 19 conventos, ocho de concepcionistas, que fueron las pioneras de la obra conventual femenina. Algunos de los promotores de estos conventos fueron obispos, como Zumárraga, que fundó el de la Inmaculada Concepción. Más tarde, los conventos contaron con algunos patronos, como don Simón de Haro y su esposa doña Isabel Barrera, quienes reedificaron la iglesia y convento de la Concepción.
De la reverenda madre María Agustina de Santa Teresa sólo sabemos que escribió los éxtasis y visiones que acontecieron a la venerable madre María de Jesús, monja perteneciente a la misma orden y también al convento de la Concepción de Puebla.
Esta pintura hace par con el retrato de la Venerable madre María de Jesús Tomelín, con número de inventario 10-168023.
Josefina Muriel, "Monjas coronadas", Artes de México, p. 21.