En esta obra se encuentra, al centro de la composición, la figura de san Ignacio apoyando su diestra sobre la cabeza de una mujer que sufre de convulsiones. Al lado de la enfermera se encuentra una mujer de rodillas, un hombre que la detiene por los brazos y cinco personajes más que observan la escena. A la izquierda de la composición, a la entrada de un templo, el santo posa su mano derecha sobre la frente de un hombre, mientras que a espaldas de éstos aparecen dos caballeros.
La escena se hace referencia al pasaje de la vida de san Ignacio cuando se encontraba restableciéndose en el hospital de la Magdalena, en Azpeitia. En ese periodo curó milagrosamente a varios enfermos. Uno de ellos fue un hombre que sufrió ataques epilépticos durante varios años y sanó cuando Iñigo puso su mano derecha sobre su cabeza. Otro caso fue el de una mujer que llevaba cuatro años posesa y no encontraba descanso. Las personas que la llevaban rogaron a Iñigo que arrojara de ella el demonio, a lo que éste respondió que no era sacerdote, pero que encomendaría a Dios a la enferma. Pronto la posesa quedó libre.
La obra tiene asignado el número 15 dentro de la serie que perteneció originalmente a la Casa Profesa de México y pasó después a formar parte de la colección de los P.P. del oratorio de San Felipe Neri, quienes la cedieron a la Compañía de Jesús. Los jesuitas la donaron el 12 de agosto de 1970 al Museo Nacional del Virreinato.
Pablo Dudon, San Ignacio de Loyola, p. 195-196.