Al centro de la composición, y en el interior de una habitación, se observa la figura de san Ignacio de Loyola de rodillas, frente a la figura de un Papa sentado, acompañado de siete cardenales. En la parte izquierda de la obra se aprecian, en el vano de una puerta, cuatro hombres arrodillados que visten hábito negro; tras ellos, otros seis personajes civiles.
Esta escena nos remite a la historia de la vida de san Ignacio de Loyola cuando finalmente fue reconocido el Instituto de la Compañía de Jesús por el Papa Paulo III, el 27 de septiembre de 1540. El Instituto contenía lo que sería el boceto de las futuras Constituciones; en el documento redactado por Iñigo quedaron asentadas las características de la orden: pobreza evangélica, obediencia absoluta al Papa, autoridad absoluta al general de la orden, universalidad de ministerios apostólicos y espíritu de generosidad conquistadora.
Este cuadro tiene asignado el no. 21 en la serie de la que forma parte; perteneció originalmente a la casa Profesa de México y pasó después a la colección de los P.P. del oratorio de San Felipe Neri, quienes la cedieron a la Compañía de Jesús. Los jesuitas la donaron el 12 de agosto de 1970 al Museo Nacional del Virreinato.
Obras completas de san Ignacio de Loyola, p. 48.
Pablo Dudon, San Ignacio de Loyola, p. 292.