Religioso de la Compañía de Jesús nacido en Verdú, provincia de Lérida, en 1580, de familia humilde y cristiana. Se desconoce su vida hasta que entró de religioso en 1602. Hizo su noviciado en Tarragona, estudió humanidades en Gerona y, en 1605, pasó a cursar filosofía en Mallorca, donde conoció, ya muy anciano, al humilde portero del colegio de Monte Sión, san Alonso Rodríguez, quien le infundió el espíritu de humildad y devoción que poseía y le inspiró para asistir a las misiones de los indios y de los negros. En 1610 inició sus estudios de teología en Barcelona y logró lo que había solicitado a sus superiores, las misiones de las Indias.
Desembarco en Cartagena y se asentó en Bogotá ejercitándose como coadjutor, cargo muy necesario entonces por hallarse las fundaciones en sus inicios. Para 1615 terminó sus estudios de teología y se le destinó a Cartagena, junto con el padre Sandoval; allí recibió las sagradas órdenes e hizo su profesión solemne en 1622. Cuando el padre Sandoval fue enviado a Perú, Claver se consagró a la conversión de los negros. Hasta que Dios le envió la última enfermedad, el "Apóstol de los negros" vivió entregado a ellos. Interrogado por el padre Gonzáles sobre el número de negros que había bautizado, éste respondió que pasaban de los 300 mil. Incrédulo, el hermano Gonzáles interrogó a los oficiales reales y confirmó la cifra mencionada por el padre Claver.
Después de cuatro años de penosa enfermedad, en 1654 expiró en el Señor, concediéndole la Iglesia el honor de los altares junto con su amigo, el humilde portero de Mallorca, san Alonso Rodríguez. En 1888 fue solemnemente canonizado por su Santidad León XIII.
Esta obra forma parte de la serie de pinturas que realizó el padre Gonzalo Carrasco para el refectorio del ex colegio jesuita de Tepotzotlán.
Enciclopedia universal ilustrada, t. 42, p. 1308.