Su primer nombre era Juan. La casa de su madre María, en Jerusalén, era lugar de reunión de los primeros cristianos. Acompañó a Bernabé y a Pablo en su primer viaje misionero como "ministro" o ayudante personal. Más tarde fue compañero de trabajos de Pablo en Roma, o quizá en Éfeso, y después se unió a Pedro como intérprete. Papias, autor cristiano del siglo II, afirma que "Marcos, intérprete de Pedro, puso por escrito cuantas cosas recordaba (Pedro) de lo que Cristo había dicho y hecho, con exactitud, pero no con orden". Según la tradición, fue el fundador de la Iglesia de Alejandría, y san Jerónimo sostiene que allí murió y fue enterrado. La mayor parte de los exégetas modernos coinciden en que el más antiguo de los cuatro Evangelios es el de Marcos, escrito en griego coloquial, probablemente entre los años 65 y 70.
San Marcos murió martirizado en Alejandría en el año 62. Su atributo personal consiste en el león alado, tomado de la visión que san Juan describe en el Apocalipsis..."el primero semejante a un león, el segundo semejante a un becerro, el tercero tenía la figura de un hombre y el cuarto de águila". (1) Estos animales se distribuyen entre los cuatro evangelistas de acuerdo con el comienzo de sus evangelios. El evangelio de Marcos comienza así: "voz que clama en el desierto..."
En esta obra, el apóstol es representado con un paisaje de fondo; viste túnica roja y palio blanco. San Marcos está sentado leyendo, y a sus pies el león, su atributo personal.
(1) Enciclopedia universal ilustrada, t. 32, pp. 1375-1377.
P. Royston, Diccionario de religiones, pp. 300-301.