José de Ibarra realizó su composición colocando al centro a san José, sentado en un trono dorado, con túnica y capa blanca, decorada con flores doradas, simbolizando así su pureza. En su mano izquierda sostiene una vara de almendro florido. La parte superior del lienzo nos muestra la coronación de san José impuesta por Jesucristo y la Virgen. Al lado derecho de san José está san Miguel Arcángel, que viste la típica coraza de guerrero, y del lado de la Virgen, san Gabriel, que lleva una vara de azucena florida. En la parte superior y al centro, aparece Dios Padre con el mundo y el cetro.
La parte baja del cuadro representa el patrocinio de san José; bajo el manto extendido por dos angelillos aparecen los poderes de la época colonial: el civil, representado por el rey, que se encuentra hincado sobre un cojín y con una banda azul cruzando su pecho, y el poder religioso, representado por el Papa, que lleva su estola y solideo rojo.
Este cuadro fue realizado a devoción de Diego Ruiz de Aragonez, como se indica en la inscripción que aparece en el extremo inferior izquierdo, y fue realizado para integrarse al relicario de San José.
Pablo C. de Gante,Tepotzotlán, su historia y sus tesoros artísticos, pp. 183-184.