Esta obra presenta una composición dividida en tres escenas por una columna y rocallas. La escena inferior derecha muestra a un personaje recostado en una cama en el interior de una habitación, acompañado por una mujer y un hombre. Atrás de la mujer se encuentran dos arcángeles. Al frente de la cama están sentados dos ángeles que sostienen azucenas.
En la escena inferior izquierda se observa un personaje masculino recostado en un camastro de paja; viste el hábito de la Compañía de Jesús y abraza un crucifijo. En el suelo se encuentra un libro abierto y al fondo se aprecia una embarcación en el mar. Cuatro cupidos vuelan sobre la figura del santo. En la parte superior se ubica la figura de un arcángel con espada flamígera y escudo, luchando contra un demonio entre nubes. La escena derecha nos remite a los Evangelios Apócrifos, en donde se describe la muerte de san José. La referencia se localiza en el evangelio titulado "Historia de San José Carpintero". La escena de la agonía se supone representada en la casa de Jesús, María y José.
El evangelio narra que José, en sus últimos momentos, estuvo acompañado de la Virgen María y de Jesús. Cuenta que antes de expirar José, se hicieron visibles, al menos para Jesús, un cortejo de diablos que acompañaban a la Muerte. La parte superior de la pintura la ocupa la representación de san Miguel Arcángel luchando contra el demonio, este último uno de los enemigos de José. La escena de la izquierda nos remite a la agonía de san Francisco Javier, nacido en 1506. Fue uno de los primeros discípulos de san Ignacio de Loyola; ingresó a la Compañía de Jesús en 1537, año en que se ordenó sacerdote.
En 1540 fue comisionado para evangelizar la India, adonde llegó en 1542 ostentando el título de nuncio apostólico. En Goa, India, se entregó de lleno a la labor evangelizadora y recorrió además los territorios correspondientes a Oceanía y Japón. Cuando supo del descubrimiento de la China, decidió trabajar allá y con tales propósitos llegó a Sancián o Sanchón, isla cercana a la China, pero murió en este lugar el 3 de diciembre de 1552. Su canonización se celebró en 1622. En esta obra, san Francisco Javier agoniza recostado sobre una primitiva cama de paja, bajo una entramada, composición que recuerda el mundo de las islas orientales en las que se encontraba al momento de su muerte.
Arte y mística del barroco, pp. 348-350.
Elisa Vargaslugo, Juan Correa. Su vida y su obra. Catálogo II. Segunda parte, p. 324.
Constitui te super omnes animas su [...] cipiendas. Representet eas in lucem sanctam.
A los pies de san Francisco Javier se encuentra una incripción que reza: Pretiosa in conspectu Domini / Mors sanctorum ejus. Ps. 115.
En el ángulo inferior izquierdo de esta escena se encuentra una leyenda que dice: O ni mis feliz, ni mis obeatus / cujus extremam vigiles ad horam / Christus, et Virgo simulasti terunt / ore sereno.