Juan Francisco de Regis nació en Fontcouverte en 1597, en el seno de una familia burguesa. Recibió instrucción de los jesuitas de Beziers, y solicitó en el año 1615 su ingreso en la Compañía de Jesús; siguió los cursos de retórica y filosofía en Cahors y en Tourron. En 1628 se trasladó a Toulouse a estudiar teología y recibió las órdenes sacerdotales en 1613, para iniciar su labor en la iglesia jesuita de Montpellier. Participó, por petición del obispo de Viviers, en el restablecimiento de la observancia religiosa, después de las luchas civiles en la región. Los últimos años de su vida los pasó en Velay, donde organizó un servicio que contaba con visitadores a las prisiones, enfermeras para los hospitales y atención a los pobres que acudían en época de escasez a los graneros del padre Regis en demanda de ayuda; según la tradición, en tres diferentes ocasiones las reservas de granos quedaron milagrosamente renovadas. San Francisco murió el 31 de diciembre de 1640. (1)
En este lienzo, el santo viste el hábito de la Compañía de Jesús, sotana negra con alzacuellos blanco. En su mano derecha sostiene un crucifijo como símbolo de su gran amor y unas espigas que recuerdan su apoyo a los pobres de su región.
(1) Alban Butler, Vidas de santos, t. II, pp. 563-566.