Se desconoce el origen de este personaje, quien casi seguramente fue europeo, ya que está mencionado como colegial de Santa María de Todos Santos, en el año de 1576. (1) Además, según el reglamento de dicho colegio, quienes desearan ingresar en él deberían ser bachilleres, tener más de 20 años y descender de familia noble. (2) Por otra parte, los cargos que desempeñó -abogado de la Real Audiencia de la Nueva España y Guatemala y oidor de Guadalajara- sólo se otorgaban a peninsulares, dado el poder tan amplio que tenían. Hay que recordar que la jurisdicción de la Real Audiencia se extendía desde México hasta Yucatán, Tabasco, Guatemala y Chiapas. La de Guadalajara pertenecía a Compostela y abarcaba gran parte de Baja California. (3)
La pintura muestra al personaje vestido con gran sobriedad en color negro, destacando la gola y los puños blancos. Sobre la mesa se ve el bonete cilíndrico usado en esa época; la beca roja sobre la que posa la mano lo identifica como miembro del Colegio de Santa María de Todos Santos.
Esta obra se encontraba en 1940 en el antiguo Museo Nacional, de donde pasó al Museo Nacional de Historia, integrándose en 1964 al Museo Nacional del Virreinato.
(1) Juan Bautista A. y Escalada, Fundación del Colegio de Santa María de todos Santos, p. 16
(2) Ibídem.
(3) Enciclopedia de México, t. I, p. 477.