Fue el segundo virrey de la Nueva España, de la casa del condestable de Castilla; gobernó desde fines de 1550 hasta 1557, enviado por el emperador Carlos V para gobernar sus dominios. Durante su mandato se distinguió por el empeño que tuvo en mejorar la situación de los indios sujetos a esclavitud, tomó a su cargo la construcción de murallas que detuvieron el curso de las aguas por la falta de apoyo económico del Cabildo después de la gran inundación de 1552, siguiendo la tradición azteca. (1) En su tiempo se fundó la Real y Pontificia Universidad de México, y las villas de Durango, Chametla y San Miguel el Grande. Uno de sus principales problemas fue afrontar la terrible mortandad de los indios. Durante su mandato se incrementó la explotación de las minas de plata por amalgamación, con el apoyo del descubrimiento de Bartolomé de Medina.
En este retrato viste jubón negro, con la cruz encarnada de la orden de Santiago, complementada con una gola al cuello y boina con pluma. La composición es sobria y sólo lo acompaña el escudo de armas y una pequeña leyenda.
Existieron dos colecciones de retratos de gobernadores de la Nueva España, en el Ayuntamiento y en el real palacio de México, una de ellas fue el acervo del Museo Nacional de Historia.
En 1964 se incorporó al Museo Nacional del Virreinato.
(1) Jesús Romero Flores, Iconografía colonial, p. 204.
(2) José Ignacio Rubio Mañé, El virreinato, obras públicas y educación universitaria, IV, pp. 14-15.