Junto con su hermano Santiago el Mayor, san Juan fue uno de los doce apóstoles. Ambos fueron hijos de Zebedeo y naturales de Galilea y los primeros llamados por Jesús. Juan se convirtió en el apóstol preferido. Después de la muerte de Cristo quedó acompañando a la Virgen y posteriormente, junto con san Pedro, predicó el evangelio en Jerusalén. Más tarde se estableció en Éfeso. Durante el imperio de Donaciano lo desterraron a la isla de Patmos, donde escribió el Apocalipsis. Murió en edad avanzada, en Éfeso, hacia el año 100 de nuestra era. (1)
Martín de Vos recrea en esta obra el pasaje del Apocalipsis que narra: "Y vi la ciudad santa, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo del lado de Dios, ataviada como una esposa que se engalana para su esposo... su brillo era semejante a la piedra más preciosa, tenía un muro alto y doce puertas y sobre las doce puertas, doce ángeles... el muro de la ciudad tenía doce hiladas y sobre ellas los nombres de los doce apóstoles del Cordero... El que hablaba conmigo tenía una medida, una caña de oro para medir la ciudad... la ciudad estaba asentada sobre una base cuadrada... la ciudad no había menester de sol ni de luna, porque la gloria de Dios iluminaba y su lumbrera era el Cordero..." (Apocalipsis XXI, 1-21). De Vos representa a san Juan como un joven imberbe que sostiene con sus piernas y brazo un libro en blanco; con la mano derecha, una pluma; mientras que un ángel le habla llevando con su mano izquierda una vara de oro. La Jerusalén celestial se observa al fondo. El tipo de colorido brillante y variado utilizado por Martín de Vos, así como la gran altura y extrema elegancia del ángel, califican al autor como un artista manierista. Los finos detalles de las plantas en el primer plano nos recuerdan el origen flamenco de este pintor.
Esta obra perteneció a la Catedral Metropolitana, (2) de donde pasó al Museo de Arte Religioso y en 1964 se integró a la colección del Museo Nacional del Virreinato.
La obra es consignada por Manuel Toussaint. (3)
(1) Juan Ferrando Roig, Iconografía de los santos, p. 154.
(2) Francisco de la Maza, El pintor Martín de Vos en México, p. 29.
(3) Manuel Toussain, Pintura colonial en México, p. 85.